Comenzamos esta semana con Eclesiastes 8:1-9
v1: Declaración de las cosas (una palabra o asunto): En cada época de nuestra vida hay una respuesta necesaria de nuestra parte. A veces tenemos que involucrarnos, pero a veces tenemos que retroceder. Necesitamos tener sabiduría para discernir los asuntos que se nos presentan. Diariamente se nos presentan oportunidades y si nos comportamos sabiamente, pueden ser una gran bendición en nuestras vidas. Si no actuamos sabiamente, vamos a perder tiempo, desperdiciar recursos, etc.
- Ilumina su rostro: Esto no solo se refiere a la iluminación, sino que es un modismo hebreo con respecto a la bendición (Numeros 6:25). La sabiduría es clave para ayudarnos a vivir vidas que reflejen los propósitos de Di-s: ser una fuente de bendición para los demás.
- Tosquedad: Mejor traducido ‘poder’ o ‘fuerza’. También es un modismo hebreo que habla de determinación. Cuando tenemos la sabiduría que se origina en Di-s, nos dará la determinación de perseverar para ser una fuente de bendición para los demás.
v2: Aquí, mucha gente piensa que Salomón está hablando de su padre (el rey David) y cómo le respondió.
- Guardes: Esta es una palabra fuerte en el hebreo. No solo significa obedecer, sino que también significa dar el valor apropiado a la palabra del rey, ya que es significativa.
- Mandamiento del rey… juramento de Di-s: Salomón está vinculando la palabra del rey con el juramento a Di-s. Hebreos 6:18 nos dice que Di-s no puede mentir. David se sometió a su padre como si estuviera escuchando la misma promesa de Di-s. Aquellos que son sabios van a demostrar esta sabiduría viviendo vidas obedientes.
v3: No te apresures a irte de su presencia: Esto podría estar hablando del rey o de Di-s (el Rey de reyes). Queremos permanecer en su presencia el mayor tiempo posible.
- Ni en cosa mala persistas: Cuando estamos en una situación mala (en una posición contraria a la voluntad de Di-s) necesitamos huir.
- Él hará todo lo que quiere: Queremos saber qué es lo que Di-s desea, cuáles son sus planes para el futuro, para que podamos ser parte de lo que está pasando. Solo podemos descubrir esto en Su Presencia.
v4: Nadie puede impedir, frustrar o detener lo que el rey está haciendo. Es el rey quien manda, y su palabra se cumple. De la misma manera, debemos reconocer la autoridad de Di-s en nuestras vidas y responder en obediencia a ella.
v5: Guarda el mandamiento: Cuando somos obedientes a la Palabra o los mandatos de Di-s, esto aleja de nosotros el mal (la influencia, el poder, etc. de aquellas cosas que son contrarias a la Palabra de Di-s). En contraste con esto: cuando desobedecemos la Palabra de Di-s es una invitación a permitir que el mal entre en nuestras vidas. Es nuestra elección.
- Tiempo y el juicio: Podemos saber algo, pero necesitamos tener sensibilidad y discernimiento de cómo poner ese conocimiento en acción en el momento adecuado. Un hombre sabio sabe cuándo y cómo administrar la sabiduría.
v6: Hay tiempo y juicio (para cada deseo o asunto): Di-s entiende nuestras necesidades. De acuerdo con Su tiempo perfecto, Di-s satisfará estas necesidades. Él también usa la metodología adecuada (juicio) para satisfacer estas necesidades en Su tiempo perfecto (Filipenses 4:11-12).
- El mal del hombre es grande: Una de las consecuencias de hacer cosas contrarias a la voluntad de Di-s hará que esta sea nuestra suerte en la vida.
v7: No hay revelación natural en este mundo. Si queremos saber lo que va a pasar en el futuro, tenemos una voz profética en las Escrituras. Una de las cosas que Di-s hace es prepararnos (a menudo, proféticamente) para lo que será. Es cuando somos obedientes a Di-s que Él nos dará una mayor revelación de lo que será. Si no vivimos en obediencia a la Palabra de Di-s, nos dejará miserablemente desprevenidos para el futuro.
v8: No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu: Esto está hablando del hecho de que no podemos controlar el viento (y tampoco podemos agarrarlo o aguantarlo). En el sentido espiritual (‘Rúaj’ también habla del Espíritu Santo ya que es la misma palabra en hebreo), si no podemos controlar algo, debemos aprender a someternos a ello. Cuando se trata de cosas espirituales, nunca tenemos el control. Es solo cuando nos sometemos al Espíritu Santo y a Su liderazgo en nuestras vidas que estaremos posicionados para saber lo que Di-s está tramando.
- Ni potestad el día de la muerte: Necesitamos estar viviendo hoy de la misma manera que viviríamos si supiéramos que vamos a morir mañana, sabiamente, porque el tiempo es corto (1 Corintios 7:29).
- No valen armas en tal guerra: El tiempo de la diplomacia es antes de una guerra. Una vez que comienza una guerra, los diplomáticos terminan hasta que hay una victoria. Una guerra necesita ser peleada hasta que termine, hasta que haya sido ganada. Estamos en una guerra espiritual y no podemos enviar diplomáticos para cambiar las cosas, no se puede hacer. El tiempo para eso ha pasado. Luchamos hasta que termine la guerra (es decir, se haya establecido el Reino) o hasta el día de nuestra muerte.
- Ni la impiedad librará al que la posee: La maldad nunca traerá liberación para aquellos sobre los que gobierna. La maldad es una fórmula para la derrota o para la superación. En cambio, la obediencia lleva a la superación, a ser vencedores.
v9: Todo esto he visto: Salomón, en lugar de entender los principios del Reino, prestó atención al espectro completo de la vida, en este mundo, como él quería entenderlo. Este mundo es temporal y va a ser juzgado por Di-s. No es tan importante para nosotros entender los caminos del mundo, pero cuando entendemos los caminos del Reino y lo demostramos en este mundo es una fórmula para el éxito espiritual o la madurez.
- El hombre se enseñorea del hombre para mal suyo: En este mundo la gente quiere gobernar sobre otras personas. Cuando queremos ejercer nuestra voluntad sobre la vida de los demás (exaltarnos a nosotros mismos) nos lleva a nuestra propia desaparición.