Esta semana, la Porción de la Torá es Ki Tisá. Abarca Éxodo 30:11 – 34:35. Aquí hay un breve comentario de Baruch:
Parashá Ki Tisá
Recientemente tuve una discusión con un hombre que dijo que estaba cansado de escuchar enseñanzas sobre la nación de Israel. Dijo que Israel ya no es importante, lo que debería ser el foco es el Reino de Di-s. Yo, al igual, también creo que el Reino de Di-s es el foco de HaShem, pero bíblicamente hablando hay una conexión entre ellos. Di-s tiene un plan y aunque en última instancia este plan sé completa en el establecimiento del Reino de Di-s, es decir, la Nueva Jerusalén, hay que reconocer que hay etapas para que esto se convierta en una realidad. Existe la era en la que vivimos en la actualidad, entonces los Tiempos del Fin que serán como Yeshúa enseñó en Mateo capítulo 24 lleno de problemas y guerras, luego el Reino del Milenio, y finalmente la Nueva Jerusalén. Es imposible saltarse una o más de estas etapas para llegar más pronto a la Nueva Jerusalén. Recuerden lo que Yeshúa dijo: “Estas cosas deben suceder…”
Los Profetas hablan de que en los últimos días Di-s devolverá a los descendientes de Jacob a la tierra de Israel a pesar de las objeciones del mundo. En la lectura profética de esta semana dice:
“Y dirán: ‘Esta tierra que estaba desolada se ha convertido en el Jardín del Edén y las ciudades que fueron destruidas, desoladas y arruinadas se han fortificado y habitado!”. Ezequiel 36:35
Di-s no ha terminado con el pueblo de Israel o su tierra. Puede que no sea importante para muchos cristianos, pero gracias a Di-s hay un número creciente de seguidores de Yeshúa que eligen basar lo que es importante en la palabra profética de Di-s y no en una simplificación de las Escrituras.
No soy un profeta, pero puedo usar la profecía para hacer observaciones acerca de los tiempos en que estamos viviendo. Veo gente yendo en dos direcciones muy diferentes. El primero es un mayor compromiso con HaShem, guiado por Su Palabra que conduce al deseo de complacer a Di-s y dar importancia a lo que Él dice que es importante; mientras que el segundo está arraigado en una religiosidad superficial que no es más que un intento de utilizar principios bíblicos distorsionados para lograr sus propios deseos.
Este Shabbat es Shabbat Parah. Nos recuerda la necesidad de purificar nuestras vidas. Este proceso de purificación no fue sólo en lo físico, sino principalmente en lo espiritual. Hoy no tenemos las cenizas de una vaquilla roja para hacer esto, pero HaShem nos ha dado Su Palabra,
“Para que seas santificado y limpiado con el lavado de agua por la palabra” Efesios 5:26
En otras palabras, ¡es hora de un baño y la barra de jabón es la Escritura!