La porción de la lectura de la Torá de esta semana es Ki Tavo. La lectura es de Deuteronomio 26:1-29:8. A continuación, hay un breve comentario de Baruch:
Parashá Ki Tavo
La lectura de la Torá de esta semana se abre con el mandamiento de ofrecer a HaShem las primicias de cada fruto de la cosecha. Este mandamiento está conectado con los Hijos de Israel que moran en la Tierra. De hecho, cuando el individuo da la ofrenda al sacerdote, debe decir:
“He declarado hoy a HaShem tu Di-s que he venido a la Tierra que HaShem juró a nuestros antepasados darnos”. Deuteronomio 26:3
Esta ofrenda no debe confundirse con el diezmo, sino que debe entenderse como una ofrenda simbólica especial que reconoce que la fidelidad de Di-s es un camino único. Como creyentes en el Mesías Yeshúa, nosotros también debemos reconocer la fidelidad de HaShem para salvarnos. En el pasaje de Deuteronomio, el individuo colocaba una pequeña cantidad de las primicias en una canasta y caminaba hacia el sacerdote para presentarle el regalo. La cantidad que se le dio al sacerdote no era la parte importante de este mandato; más bien era la observancia pública del mandamiento lo que era su aspecto principal. La idea aquí es que cuando uno colocaba la fruta en la canasta y caminaba hacia el sacerdote, sus vecinos verían a este cumpliendo el mandamiento y recordarían que fue HaShem quien fielmente cumplió Su promesa que había hecho con los Patriarcas. Además, se esperaba que otros vieran esto y siguieran su ejemplo y obedecieran la orden.
Tal vez como creyentes en Yeshúa, nosotros también podríamos recordar la fidelidad de Di-s para enviar a Su Hijo a este mundo y salvarnos, bendiciendo a otro. Hay quienes están en necesidad en todo nuestro alrededor. Algunos tienen necesidades financieras, mientras que otros solo pueden necesitar algo de aliento o algún acto de bondad. Sería sabio orar y preguntarle a Di-s, cómo le gustaría que tú reconocieras Su fidelidad ante los demás. No basta con hacer el acto, sino recordar la declaración que se le ordenó a uno hacer ante el sacerdote. Es importante que compartamos con aquellos a quienes HaShem nos lleva a bendecir la razón por la que estamos haciendo esto. La gente necesita escuchar que estamos respondiendo a la fidelidad de nuestro Di-s para proporcionar perdón por nuestros pecados por la muerte del Mesías en el árbol. Sin esta declaración, el elemento clave de la mitzvá (mandamiento) no se está cumpliendo.