La lectura de la Torá de esta semana se llama Nitzavim. La lectura es de Deuteronomio 29:9-30:20. Aquí hay un breve comentario de Baruch:
Parashá Nitzavim
Esta lectura de la Torá siempre precede a la festividad de Rosh HaShannah (nombre Biblico Yom Teruah). Aunque el nombre bíblico del festival es el “día del sonido” o “memorial del sonido”, los sabios de la antigüedad dieron un nuevo nombre a la fiesta para enfatizar lo que el sonido del Shofar recuerda al oyente, a saber, la provisión de HaShem. Porque es a través de esta provisión que Su pueblo puede tener la victoria. Aunque hay muchos aspectos de la victoria, uno es obedecer la palabra de Di-s. Al final del parashá de esta semana, Moisés escribe:
“Este mandamiento que te mando hoy no es demasiado maravilloso para ti ni está demasiado lejos de ti. No está en los cielos diciendo, ¿quién subirá por nosotros hacia los cielos y lo tomará para nosotros para que podamos escucharlo y hacerlo? Tampoco está al otro lado del mar diciendo ¿quién cruzará por nosotros al otro lado y lo tomará para nosotros para que podamos escucharlo y hacerlo? Porque está muy cerca de ti esta palabra en tu boca y en tu corazón para hacerlo”. Deuteronomio 30:11-14
Si bien la Torá está disponible para la humanidad, no significa que uno sea capaz de hacer la palabra de Di-s en su condición natural. Más bien uno tiene que cambiar. Es precisamente la provisión de Di-s primero del Mesías y luego del Espíritu Santo lo que permite al creyente obedecer la voluntad de HaShem. No es una coincidencia que el Shofar se escuchara no sólo en la entrega de la Torá, sino también en la entrega del Espíritu Santo; y el Shofar también sonará cuando el Mesías venga a reunir a los creyentes vivos y muertos y proporcionarles un nuevo cuerpo que les permita manifestar su victoria sobre la muerte y el pecado.