Capítulo 27, 3ª Parte, Versículos 27-44
v27: El mar Adriático es parte del Mediterráneo, cerca de Grecia y las islas griegas.
v28: Echando la sonda: un sondeo era un método mediante el cual los marineros bajaban algo al agua para averiguar si el agua se estaba volviendo más profunda o menos profunda. Obviamente, cuanto más cerca de la tierra estaban, menos profunda estaba el agua.
v29: Estas anclas ahora estaban destinadas a ralentizar el barco y ganar algo de tiempo.
v30: Los marineros sabían que era peligroso permanecer en el barco, en esas condiciones, por lo que iban a escapar en el bote salvavidas.
v31: Pablo está profetizando de nuevo. Ha sido preciso en cada paso del camino, por lo que el centurión y los soldados están comenzando a creer lo que dice y ahora están dispuestos a someterse a lo que él dice.
v32: Habían conservado ese bote salvavidas durante su traicionero viaje y ahora los soldados lo soltaron 🤣. Los marineros debieron haber estar devastados. Nadie podía abandonar el barco ahora y nadie podía salvarse.
v34: Los hombres habrían sido débiles y necesitarían ser físicamente fuertes para hacer frente a lo que estaban a punto de soportar. Pablo también sabe que pronto estarán en tierra, por lo que los suministros ya no necesitan ser custodiados y preservados. Ellos serán salvados físicamente. Aquellos que han escuchado a Pablo y oído lo que se ha dicho también tienen una oportunidad de salvación espiritual.
v35: Es después de comer y estar satisfechos que la gente puede alabar a Di-s (Deuteronomio 8:10).
v36: Animados a comer, pero también animado por las palabras de Pablo.
v40: Tuvieron que dejarlo todo. De muchas maneras, esto simboliza lo que los creyentes guiados por el Espíritu están llamados a hacer: dejar ir todo y permitir (confiar) en que el Espíritu Santo nos dirija.
v41: Estaban atrapados en el lugar donde las olas que entran se encuentran con las olas que salen.
v43: Los prisioneros fueron salvados debido a que Pablo era uno de ellos. ¡Qué increíble gracia mostró Di-s a esos hombres! Fue un tiempo tórrido temporalmente, pero con esperanza muchos fueron salvos eternamente. Me recuerda al ladrón arrepentido en la cruz junto a Yeshúa. Cuán bendecido fue por pasar por tal prueba y sin embargo salir de ella como un hombre salvo. ¡Qué gracia mostrada hacia él!
v44: “Los demás” eran los que no sabían nadar. La carga y el barco sufrieron daños irreparables, pero CADA persona se salvó.