La Porción de la Torá de esta semana es Parashá Ajarei Mot (después de la muerte de) Levítico 16:1-18:30.
Parashá Ajarei Mot
Hay muchos aspectos de Pésaj, uno es la pureza. Me acordé de este aspecto, porque está escrito al final de la porción de la Torá de esta semana,
“Y guardaréis Mi mandato, no haciendo ninguna de las estatuas abominables que se hicieron antes de vosotros, y no os contaminéis con ellas; Yo soy HaShem tu Di-s”. Levítico 18:30
Este versículo ordena a Israel que se comporte de manera muy diferente a los que vivían a su alrededor. Lo que HaShem llamó “estatuas abominables”, en realidad eran las leyes de aquellas personas que habitaban en la Tierra de Israel antes de que entraran los Hijos de Israel. Es muy significativo que la palabra que se usa en este versículo, que muchas traducciones al inglés y en español traducen como “costumbres” o “tradiciones”, es en realidad la palabra hebrea que se refiere a una ley (nota: la RV 1569 la tradujo como leyes). En otras palabras, estas no eran simplemente cosas que la gente estaba haciendo, sino las mismas cosas que eran las normas aprobadas por la sociedad. Esto debería informarnos que aunque muchas cosas pueden ser legales e incluso sancionadas por el gobierno, esto no significa que los seguidores del Mesías Yeshua deban adoptarlas. Tenga en cuenta que estas cosas son llamadas abominables por Di-s.
Han pasado 3,500 años desde que Moisés escribió estas palabras, pero no ha cambiado mucho en el mundo. Muchas cosas que nuestro gobierno promueve son de hecho una abominación para Yeshúa. Poco a poco, tal vez no tan gradualmente hoy, los gobiernos de todo el mundo se están moviendo en una dirección que conducirá en un futuro próximo a un conflicto entre los gobiernos y los creyentes. Ciertamente, no estoy abogando por la violencia en esta última oración, sino que eventualmente, permanecer fiel a la verdad bíblica llevará al gobierno a emprender acciones legales contra los creyentes. En muchos países, levantarse y ser contado como seguidor de Yeshúa ya es un crimen contra el Estado. En los países musulmanes, tal fe trae consigo una sentencia de muerte. Los puntos de vista bíblicos con respecto al matrimonio, el comportamiento sexual apropiado y otras posturas morales son vistos como intolerantes y ofensivos por un número creciente de personas y políticos. En su mayor parte, los creyentes están callados y aceptan demasiado estos cambios. Esta respuesta pasiva simplemente alienta a que se emprendan más acciones en contra de nuestra fe.
Es importante darse cuenta de que estos cambios están conduciendo a una acción gubernamental específica. ¿Qué es esta acción? Es la intensa persecución de los creyentes. Muchos pueden escuchar esto y ver esto como un alarmismo injustificado. Pero considere cuánto cambio ha ocurrido, por ejemplo, en los Estados Unidos durante los últimos diez años. La deuda se ha crecido por cielos y, a pesar de las afirmaciones de recortes presupuestarios y reducción del déficit, la deuda nacional sigue creciendo a un ritmo alarmante. Cosas que habrían sido inimaginables hace unos pocos años, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la legalización de la marihuana, están siendo adoptadas por más estados o al menos están siendo consideradas. El propósito de este artículo no es proporcionar una evaluación completa de la condición espiritual de la humanidad, sino simplemente desafiar a cada uno de nosotros a considerar cómo estamos viviendo y preguntarnos si la palabra “pureza” podría usarse con precisión para describir nuestros pensamientos y opciones de estilo de vida.
Cuando Moisés les dijo a los Hijos de Israel que tomaran un cordero y lo sacrificaran, esto estaba en contra de la ley en Egipto. Sin embargo, solo aquellos que siguieron a Di-s fueron redimidos, el resto experimentó el sabor del juicio durante la plaga de la matanza de los primogénitos. Mientras se observa la Pascua, recordemos la Cruz del Mesías Yeshúa y por qué no recordar también el llamado que se hizo a los que salieron de Egipto, a saber, ser un pueblo santo, santificado para las cosas de Di-s y no abrazar los caminos de este mundo.