Parashá Jukat
Porción de la Torá: Jukat
Lectura de la Torá: Números 19:1-22:1
Lectura Profética: Jueces 11:1-33
En la lectura profética de esta semana, aprendemos sobre el juez llamado Yiftaj (Jefté). Al principio, este hombre fue expulsado por su familia; pero cuando Ammón hizo la guerra con Israel, los ancianos fueron a Yiftaj para rogarle que los guiara a la victoria, sabiendo que él era “un poderoso hombre de valor” (ver versículo uno). En otras palabras, Yiftaj fue un líder rechazado que al final proporcionó la victoria a su pueblo.
Es importante darse cuenta de que para que Israel realizara la liberación, Yiftaj tuvo que perdonar a aquellos que lo habían tratado mal anteriormente. Sus hermanos lo habían ahuyentado porque su madre era una ramera (tenga en cuenta que, aunque algunas biblias traducen la palabra hebrea como “concubina”, el significado correcto es “ramera”). A pesar de la actividad inmoral de su madre, el Señ-r quería usar a Yiftaj de una manera poderosa. Esta es una buena lección para todos hoy. Solo porque nuestra historia familiar puede no ser la más respetable, uno no es definido por los demás, ni siquiera por sus parientes más cercanos. Di-s ve a cada persona como un individuo y Él tiene un llamado para la vida de cada persona que no depende de nada más que de uno que se rinde en obediencia a la voluntad de Di-s.
Lo desafortunado hoy en día es que con frecuencia las personas permiten que las acciones desagradables de los demás sirvan como excusa para no seguir la voluntad de Di-s en la vida de uno. Inicialmente parecía que Yiftaj estaba a merced de su familia, ya que lo habían ahuyentado. La palabra hebrea implica que Yiftaj no quería ir, pero fue forzado. Di-s, sin embargo, Quien es fiel, se movió en esta situación y provocó la situación que restauró a Yiftaj a su pueblo y al lugar que el Señ-r quería que él estuviera. Lo importante a ver es que cuando llegó el momento, Yiftaj estaba dispuesto a responder. No permitió que la malicia que su familia le había demostrado se extendiera a él y por lo tanto se negara a acudir en ayuda de su pueblo, sino que utilizó los dones y el llamamiento que el Señ-r le había puesto.
¿Cuál es el llamado de Di-s para tu vida? ¿Tienes confianza en que tu vida está acogiendo este llamado con obediencia? Ten la seguridad de que todos los que el Señ-r quiera usar encontrarán obstáculos y falta de amabilidad por parte de los demás, a veces incluso de aquellos que más nos importan. Yeshúa es, por supuesto, el mejor ejemplo de cómo superar el rechazo y la crueldad de la manera más dura. El hecho de que tanto judíos como gentiles lo traicionaron, lo golpearon, se burlaron de Él y conspiraron contra Él no hizo que evitara la cruz, no dejó de clamar al final: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”.
A veces la fidelidad no conduce a la fama, la fortuna y el prestigio; sino más bien a la vergüenza, la humillación y la muerte. Si no puedes soportar la crueldad de los demás, incluso en las expresiones más extremas, entonces tu problema es que no has experimentado el amor del Mesías.