1 Pedro 3:8-12
v8: (literalmente) “Finalmente es que todos (ustedes) deben pensar de la misma manera, siendo compasivos, teniendo amor fraternal los unos por los otros, sean compasivos, sean corteses”.
- Finalmente: Pedro está haciendo una declaración resumida. Este es nuestro objetivo o meta.
- Todos (ustedes): Todos los creyentes.
- Sed de un mismo sentir: los pensamientos conducen a la acción. Como creyentes, todos debemos tener una misma mente. Tener una unidad de pensamiento. Tener pensamientos similares y todos debemos tener la mente del Mesías (1 Corintios 2:16). Solo podemos pensar y actuar en unidad si la verdad es nuestro fundamento.
- Compasivos: Esto significa que compartimos el sufrimiento de los demás.
- Amándoos fraternalmente: Sentir el dolor de otro en la boca del estómago. Amar a los demás debe afectarnos, duele, pero trae un buen resultado. Tener este tipo de compasión por los demás nos prepara y nos permite ministrar, para realmente tener una influencia piadosa en otra persona.
- Amigables: La traducción de Nestlé-Aland (usado en las traducciones modernas) del Nuevo Testamento traduce esta palabra como ‘humilde’. el Textus Receptus (Texto Recibido) lo traduce como amigable, generoso, cortés: pensar de una manera amorosa hacia los demás. Pensar de una manera que enseñe (demuestre) compromiso con el otro.
v9: No devolviendo mal por mal ni maldición por maldición: Estas son cosas que salen naturalmente de nosotros. No estamos llamados a vivir según la naturaleza humana, pero nos sobreviene un cambio espiritual cuando vivimos en contra de lo que es natural.
- Bendiciendo: Estamos llamados a ser una bendición. Esto no significa que siempre hagamos lo que alguien más quiere, sino que siempre hacemos lo que Di-s quiere para esa persona. Siempre queremos ser una influencia divina, viendo los propósitos y planes de Di-s desarrollarse en la vida de los demás.
- Fuisteis llamados: Somos llamados a ser una bendición para los demás (Genesis 12:3). Di-s a menudo solo revelará Sus propios planes personales para nuestras vidas después de que nos hayamos comprometido primero a ser una bendición para los demás.
- Que heredaseis bendición: Si queremos heredar bendiciones, necesitamos ser bendición. Los principios y verdades de Di-s son simples, fáciles de entender y fáciles de poner en práctica (Salmo 119:130).
v10: Vida: Yeshúa vino a darnos vida abundante. La vida eterna se obtiene al decirle “sí”, pero la vida abundante, la vida que podemos vivir mientras aún estamos vivos, se obtiene al escuchar Sus enseñanzas y aplicarlas a nuestra vida.
- Días Buenos: Días que se viven de acuerdo con la voluntad (planes y propósitos) de Di-s, es decir, ser una bendición para los demás.
- Hablen engaño: Cuando decimos cosas engañosas, Di-s escucha que las decimos, pero el enemigo también escucha, y eso le da una ventaja sobre nosotros. El engaño nos pone en desventaja espiritual al debilitarnos espiritualmente. Cuando somos débiles, somos más vulnerables a los ataques del enemigo.
v11: Haga el bien: Persigue la voluntad de Di-s. Es difícil hacer lo que debemos hacer, ya que constantemente estamos volviendo a nuestros hábitos de “viejo hombre”, Romanos 7:15-25. Di-s no nos da la victoria sobre nuestro “viejo hombre” hasta que nos hayamos apartado del mal y hayamos comenzado a buscar y hacer lo que es bueno. Del mismo modo, Di-s no nos va a revelar Su plan personal para nuestras vidas hasta que comencemos a hacer lo que es bueno.
- Paz: La paz es lo que experimentamos como resultado del cumplimiento de la voluntad de Di-s.
- Sígala: Sigue tras ella. Se tenaz en perseguir activamente la voluntad de Di-s.
v12: El Señ-r: Cuando se usa este nombre para Di-s, debemos reconocer que es un nombre que nos recuerda la autoridad de Di-s: Él es Aquel a quien debemos someternos.
- Los justos: Estar en una relación del Nuevo Pacto con Di-s nos posiciona para hacer lo correcto. Ahora tenemos acceso a la provisión de Di-s y así podemos servirle.
Nota: Una vez más, vemos aquí que Di-s observa nuestro comportamiento. El comportamiento piadoso no es un requisito para la salvación, pero es un ingrediente necesario para caminar y vivir vidas santificadas. Nuestro comportamiento produce un cambio santo en nuestras vidas. Nos volvemos comprometidos y obedientes al propósito de Di-s para que podamos demostrar lo que es bueno. A partir de esto, comenzamos a ver la gloria y el poder de Di-s manifestándose, y con eso viene una habilidad dada por Di-s para ser una bendición para otros, así como para recibir la bendición de Di-s en nuestras propias vidas (Hechos 20:35).