Nuestra próxima lectura es de 1 Corintios 15:35-49
v35: Las preguntas que se hacen aquí giran en torno a la resurrección. ¿Cómo van a resucitar las personas? ¿Y cómo se verán sus cuerpos?
v36: Necio: Esta es una palabra que habla de alguien que no está funcionando correctamente en sus pensamientos o comportamiento.
- Si no muere antes: Si una semilla no muere (pasa por el proceso de muerte y descomposición), nunca producirá fruto, no pasará por una transformación, nunca será lo que estaba destinado a ser. Esto es lo mismo para nosotros, basado en el hecho de que el pecado (muerte) ha entrado en este mundo. Di-s está utilizando esto para una transformación.
v37: Una semilla no se parece en nada al producto final en el que se convertirá. Por ejemplo, una semilla de maíz se ve diferente al tallo de maíz. Si una semilla no se planta en la tierra, nunca morirá, pero siempre será solo una semilla y nunca cumplirá su verdadero propósito. Nunca se transformará.
v38: Cuando una semilla muere, comienza a crecer y se convierte en lo que Di-s pretendía que fuera. La muerte es una parte natural de un proceso espiritual (Romanos 6:11).
v39: El hombre, los animales, los peces y las aves, todos tienen tipos de cuerpos muy diferentes. Todos funcionan de manera diferente y tienen diferentes viviendas. Lo que podemos discernir es esto: la influencia Divina produce un nuevo cuerpo para nosotros que va a funcionar específicamente para lo que Di-s nos ha llamado a ser. La influencia impía (como se ve en 1 Corintios 15:33) no producirá un cuerpo que funcione de manera óptima.
v40-41: El propósito de estos diferentes cuerpos es manifestar gloria. La gloria siempre está relacionada con el carácter, el propósito, la función y la voluntad de Di-s (Isaias 42:8).
v42: Corrupción: Deterioro. Una persona nacida en este mundo eventualmente comenzará a decaer (sufrirá desgaste, pasará su mejor momento físico). Esto se debe al resultado natural del primer pecado.
- Incorrupción: Nuestros nuevos cuerpos no se descompondrán ni se desgastarán. Van a ser cuerpos gloriosos.
v43: Deshonra: A menudo nuestras palabras y acciones deshonran a Di-s, Su creación o a otros humanos.
- Resucitará en gloria: Nuestros nuevos cuerpos siempre manifestarán la gloria de Di-s.
- Debilidad: Estos cuerpos en los que estamos ahora son inadecuados, pero cuando sean hechos nuevos serán adecuados (elevados en poder).
v44: Nuestros cuerpos naturales (carnales, terrenales) van a convertirse en cuerpos espirituales (celestiales). Se va a producir un cambio o transformación. Nuestro entorno va a cambiar, por lo que nuestros cuerpos tienen que cambiar para poder funcionar en el nuevo entorno.
v45: Está escrito: Pablo frecuentemente respalda la nueva revelación con la verdad bíblica (del Antiguo Testamento). Aquí cita de Genesis 2:7.
- El postrer Adán: Esto se refiere al Mesías Yeshúa.
- Espíritu vivificante: Di-s formó al primer hombre de la tierra, del polvo de la tierra. Se convirtió en un ser viviente porque Di-s sopló en él/ Todos nosotros estamos vivos hoy, naturalmente, debido a ese soplo que Di-s le dio a Adán. Yeshúa, siendo concebido por el Espíritu Santo, es diferente en origen al hombre natural. Él no es solo de vida (no es solo un ser humano normal), sino que es capaz de dar vida, vida espiritual.
v46: Primero vino el hombre natural y luego el espiritual. Por lo tanto, debemos esperar primero un cuerpo natural (que es lo que todos tenemos) seguido de un cuerpo espiritual que, como un cuerpo físico, tenga sustancia: se pueda tocar, todavía podríamos comer, etc.
vv47-48: En nuestro estado caído somos como Adán: cuerpos carnales y naturales con ciudadanía terrenal. En nuestro estado redimido somos como el Mesías – nuestra ciudadanía no es de este mundo, pero tenemos una nueva naturaleza y una nueva posición – una posición y perspectiva celestial… Efesios 2:4-6. No pertenecemos a esta tierra, sino que somos peregrinos y viajeros que la atravesamos – Hebreos 11:13-16.
- El Señ-r: Tiene autoridad absoluta. Su voluntad se cumplirá.
v49: Hemos traído la imagen del terrenal: Como Adán, nos descomponemos y nos desgastamos.
- Traeremos también la imagen del celestial: ¡Esta es nuestra esperanza! 1 Pedro 1:3-5.