A Romanos 8:7-14
Cuando Di-s creó a la humanidad, le dio a cada persona una mente. Hay dos formas en que podemos pensar: ya sea con una mente de carne (pecado) o con la mente del Espíritu. Nuestras mentes (pensamientos) son tan importantes porque es con la mente que tomamos nuestras decisiones. Las decisiones pecaminosas conducen a la muerte, las decisiones llenas del Espíritu conducen a la vida.
v7: Designios de la carne: Mente de la carne. Relacionado con el pecado, que está relacionado con la muerte. Esta es la mente con la que nacemos.
- No se sujetan a la ley de Di-s: No se somete a la ley de Di-s. Si nos han enseñado que la Ley (de Di-s) ya no tiene ninguna relevancia para nuestras vidas, nos han enseñado una mentira. La implicación de este versículo es que los que viven según el Espíritu se someten a la Ley de Di-s.
- Ni tampoco pueden: La implicación de esto es que aquellos que viven de acuerdo a la carne no pueden someterse a la Ley de Di-s. Por el contrario, aquellos que viven según el Espíritu pueden someterse a la Ley de Di-s.
v8: Como ya se mencionó, las personas tienen la mente de la carne o la mente del Espíritu. Los que tienen la mente de la carne no pueden someterse a las leyes de Di-s. Es solo a través de la fe en el evangelio (recibir la gracia de Di-s) que podemos ser salvos y experimentar el perdón de nuestros pecados a través de la sangre del Mesías. Aquellos que rechazan lo que Yeshúa ha hecho no pueden agradar a Di-s. Son incapaces de recibir el Espíritu Santo y, por lo tanto, no tienen la mente del Espíritu que les ayude a vivir de acuerdo con las leyes de Di-s.
v9: Vosotros: Pablo le está hablando a los creyentes aquí.
- Si es que el Espíritu de Di-s mora en vosotros: Esta es la prueba de fuego por así decirlo.Si el Espíritu de Di-s mora en nosotros, entonces hay evidencia de que hemos nacido de nuevo, que somos una nueva creación, que hemos sido redimidos por la gracia de Di-s. En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo venía sobre una persona y la ungía para una tarea. El Espíritu podría entonces apartarse de esa persona. Esta era la realidad del Antiguo Testamento del Espíritu Santo. En el Nuevo Pacto esto ha cambiado. En una nueva relación de pacto con Di-s, el Espíritu de Di-s viene sobre nosotros cuando creemos, y Él nunca se irá. En este Nuevo Pacto, Di-s ha prometido que nunca nos dejará huérfanos (Juan 14:15-20, Hebreos 13:5). En el Antiguo Pacto, el pecado hacía que el Espíritu Santo se apartara de una persona (1 Samuel 16:14). En el Nuevo Pacto Di-s ha prometido que Él perdonará nuestros pecados y no los recordará más (Hebreos 8:10-13).
- Espíritu del Mesías: Espíritu de Di-s. El espíritu Santo. Estos son diferentes nombres para el mismo Espíritu.
- El tal no es de Él (1909): Si no hay evidencia de la obra del Espíritu Santo en la vida de una persona entonces esa persona no pertenece a Di-s y no está en una relación del Nuevo Pacto con Di-s.
v10: El cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado: Cuando el Espíritu del Mesías está dentro de nosotros, no queremos pecar, y tampoco elegimos pecar. Aunque a veces tropezamos y pecamos, este no es nuestro comportamiento constante. Cuando el Mesías está en nosotros, un deseo de vivir con rectitud cobra vida (poder de resurrección) dentro de nosotros.
v11: Vivificará también vuestros cuerpos mortales: Anteriormente estábamos tomando decisiones pecaminosas, pero podemos tener un nuevo comienzo.
v12: Hermanos: Compañeros creyentes.
- Deudores somos: Yeshúa nos redimió; Él pagó el precio por nosotros para que pudiéramos ser redimidos del pecado (Efesios 1:14).
- No a la carne: No le debemos nada a la carne.
v13: Moriréis: Si vivimos según la carne, según nuestra naturaleza pecaminosa, entonces vamos a experimentar la muerte eterna: recibir el juicio de Di-s. Di-s les dijo a Adán y Eva que si comían del fruto del Árbol del Conocimiento seguramente morirían (Genesis 2:17). Di-s no estaba hablando de una muerte física inmediata (como se confirma en el texto), sino de una muerte mucho peor: la separación eterna de Di-s.
Cuando Adán comió del fruto, fue expulsado del Jardín y ya no tuvo intimidad ni compañerismo con Di-s como lo había tenido en el Edén. Esta es una imagen de lo que les sucederá a aquellos que pecan y no se arrepienten: serán expulsados, se les impedirá entrar en el Reino de Di-s. En cambio, se encontrarán en un lugar de obscuridad donde hay llanto y crujir de dientes.
Nota: O vamos a elegir el pecado (que conduce a la muerte) o vamos a elegir la vida, un futuro del Reino. Elegir esto último hará nacer en nosotros el deseo de someternos a la Ley de Di-s, no según la antigüedad de la letra, sino según la novedad del Espíritu, para cumplir la justa intención de la Ley. ¿Cómo sabemos si estamos viviendo rectamente? Al comparar nuestro comportamiento o acciones con lo que revela la Palabra de Di-s, específicamente los Mandamientos de Di-s.
v14: Todos los que son: Este es un término amplio.
- Guiados: Este es un término en pasivo. No podemos hacer esto por nosotros mismos. Es el Espíritu de Di-s el que nos guía.
- Hijos: Este no es un término sesgado o sexista en la Escritura. Cuando Pablo nos llama “hijos de Di-s”, no está hablando de género. Está hablando de una implicación: cómo nos ve Di-s. Los hijos son siervos. Sirven a su padre. Los que son guiados por el Espíritu son siervos de Di-s. Los hijos son herederos y reciben una herencia. Aquellos que son guiados por el Espíritu van a ser herederos de Di-s. Nuestro futuro eterno es un futuro maravilloso.