Comenzamos esta semana mirando solo dos versículos:
Filipenses 2:12-13
v12: Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor: Esto NO significa que desempeñamos un papel en la salvación que nos hace recibir la vida eterna. La salvación que recibimos y que nos da vida eterna es un regalo gratuito de Di-s (Efesios 2:8-9). No podemos añadirle ni restarle nada. A esta salvación se accede a través de la fe y NO a través de nuestras obras. Pablo no está hablando aquí de los medios de salvación sino del resultado de la salvación en este mundo (el fruto de la salvación).
La salvación tiene dos componentes muy importantes (Tito 2:11-14):
1. Por lo general, cuando hablamos de salvación, hablamos de justificación: tener nuestros pecados perdonados (cuando se nos imputa la justicia del Mesías y entramos en una relación eterna con Di-s a través del Mesías).
2. La salvación tiene un segundo componente: ¡Victoria! No sólo nuestros pecados son perdonados (el primer aspecto de la salvación, que no podemos ganar) sino que podemos, a través del poder del Espíritu Santo, tener victoria sobre nuestra esclavitud al pecado (esta es la parte de la salvación que podemos obtener). desempeñar un papel en -para “hacer ejercicio”).
Nota: En Colosenses 2:16-17 Pablo nos recuerda que las fiestas son un paradigma (una imagen, una sombra) de lo que vendrá. Estos festivales son instrumentos de revelación. Nos enseñan sobre el funcionamiento de Di-s. La Pascua en Egipto es para nosotros una imagen de la redención (al igual que el cordero de la Pascua en Egipto, Yeshúa también murió en la Pascua). La sangre del cordero en los postes de las puertas permitió a los israelitas vivir. La sangre (como lo que la sangre de Yeshúa hace por nosotros – Hebreos 12:24, 1 Juan 1:7-9) redimió al pueblo de su esclavitud en Egipto y les permitió ir al desierto para adorar a Di-s, para tener una relación con Di-s. (Éxodo 5:1).
Los israelitas fueron redimidos de Egipto (un paradigma del primer aspecto de la salvación mencionado anteriormente: esta redención se produjo únicamente a través de Di-s). Aparte de comer el cordero y esparcir su sangre sobre los marcos de las puertas, los israelitas no tuvieron nada que ver con su salvación inicial de Egipto/esclavitud. Parte de esa experiencia redentora fue que Moisés los condujo al Monte Sinaí – Éxodo 3:12. El propósito de Di-s al redimir a Su pueblo de Egipto fue poder encontrarlos en esta montaña y darles Su Palabra para que pudieran aplicarla a sus vidas (Éxodo 20). Esta es una imagen/un paradigma del segundo aspecto de la salvación mencionado anteriormente: la realización de su salvación (victoria) con temor y temblor. La mayoría de las personas que salieron de Egipto no tomaron en serio este segundo aspecto de la salvación y murieron en el desierto.
La diferencia para nosotros hoy es que la sangre del Mesías (superior a la sangre del cordero en Egipto) ha comprado para nosotros la redención eterna (Hebreos 9:12-15). Una vez que hemos aceptado a Yeshúa como nuestro Señ-r y Salvador, tenemos la seguridad de nuestra salvación eterna, vida eterna (Juan 3:16). Nuestras almas nunca verán la muerte. SIN EMBARGO, lo que puede morir es nuestro testimonio o nuestra eficacia en esta época. Esto es sobre lo que Pablo nos advierte aquí. Necesitamos elaborar, con miedo y temblor, nuestro testimonio/efectividad/victoria en esta era. Hacemos esto conociendo la Palabra de Di-s y siendo obedientes a ella. La obediencia a la Palabra de Di-s debe ser nuestra prioridad. No necesitamos descubrir cómo hacer esto por nuestra cuenta: Di-s nos ha proporcionado un Ayudante que nos enseña y nos ayuda a obedecer (Juan 14:26, Juan 16:7-15).
- Temor y temblor: Esto demuestra respeto. Habla del comportamiento de alguien que es totalmente consciente de la identidad del Mesías, no sólo de quién es, sino también de lo que ha hecho.
v13: Nota: Este versículo no habla de ser salvos de nuestros pecados. Pablo está hablando a personas que ya han sido salvas de sus pecados. Pablo está hablando aquí acerca de la madurez de la salvación: poder vivir una vida victoriosa. Di-s nos ha salvado para que podamos manifestar el poder del Reino de Di-s mientras aún estemos en esta tierra.
- Di-s es el que en vosotros produce: Di-s obra en nosotros a través de su Espíritu Santo, el cual recibimos cuando somos salvos (1 Corintios 12:3, Romanos 10:9)
- Así el querer como el hacer (trabajar):Habiendo sido salvos, nos convertiremos en individuos que conocen la voluntad de Di-s. La salvación nos da el potencial de conocer la voluntad de Di-s. Cuando conocemos la voluntad de Di-s, Él puede obrar a través de nosotros para que Su voluntad se cumpla.
- Buena: Cuando algo se pronuncia ‘bueno’ significa que es conforme a la voluntad de Di-s (Génesis 1).
- Su buena voluntad: Conocer la voluntad de Di-s y obrar según Su voluntad no sólo complace a Di-s, sino que también nos brinda placer a nosotros. Estar de acuerdo con Di-s y estar unidos con Él en un propósito común nos lleva a ver las cosas desde Su perspectiva: comenzamos a pensar como Él.