Pasamos a Josué 20
Di-s es un Di-s compasivo. Este capítulo trata de las ciudades llamadas “Ciudades de Refugio” (lugares de refugio).
v2: Señalaos: Apartar, tomar, dar, hacer que se convierta en realidad.
- Señalaos las ciudades de refugio: Estas ciudades que están llamados a designar para sí mismos iban a ser ciudades que ayudaran a la comunidad a funcionar de una manera piadosa. Estas ciudades ayudarían a contribuir al bienestar de la sociedad.
- Os hablé por medio de Moisés: Moisés enseñó a los hijos de Israel acerca de la necesidad de estas ciudades de refugio (Números 35:9-34, Deuteronomio 19:1-13).
v3: Acoja allí el homicida: El asesino (es decir, alguien que quita la vida de otra persona sin intención).
Nota Un asesino quita la vida de otra persona intencionalmente.
- Que matare a alguno por accidente y no a sabiendas: Di-s es un Di-s de justicia. Aunque es poco frecuente, a veces es necesario actuar de manera que se cause la muerte de otra persona (por ejemplo, los oficiales militares, que pueden quitarle la vida a otras personas, no son considerados asesinos. Los oficiales militares, al matar a una persona, pueden salvar la vida de muchas otras). Y a veces la gente muere porque ocurren accidentes sin intención.
- Accidente y no a sabiendas: Sin intención. No era su deseo matar. No lo hizo a propósito, pero eso no significa que sea absolutamente inocente y que sus acciones no tengan consecuencias. Su inocencia aún está por determinar (de ahí la razón de la ciudad de refugio, donde podría huir hasta que se pudiera probar su inocencia o culpabilidad).
- El vengador (redentor) de la sangre: La sangre derramada siempre necesita un tratamiento. La sangre derramada significa que las cosas están fuera de orden. El Redentor/Vengador de la sangre es el que expía la sangre de los asesinados matando al asesino.
v4: Alguna de aquellas ciudades: Tres ciudades estaban en el lado oriental del río Jordán (donde se encontraban las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés) y tres de ellas estaban en el lado occidental (donde se encontraban el resto de las tribus). Había seis ciudades de refugio en total. Seis es el número bíblico para la gracia. A través de estas ciudades de refugio, Di-s extendió su gracia a aquellos que habían tomado accidentalmente la vida de otra persona.
- Se presentará a la puerta de la ciudad: La puerta de la ciudad era el lugar de juicio. Los ancianos que estaban sentados a las puertas de la ciudad presentaban y escuchaban los casos.
- Y expondrá sus razones: Este cree que no es culpable de asesinato (es decir, no mató con intención; fue un accidente). A un asesino a sangre fría no se le permitía refugiarse en estas ciudades, solo a aquellos que parecían tener un caso para demostrar su inocencia. La persona que creía que era inocente, daría cuenta de lo que había sucedido a los ancianos en las puertas de la ciudad de refugio. Incluso aquellos que habían matado accidentalmente tenían que asumir la responsabilidad de sus acciones y tenían que enfrentar las consecuencias de su acto, aunque fueran inocentes (una consecuencia era que tenían que vivir en la ciudad de refugio, que no era una ciudad normal. A sus familias no se les permitía mudarse a las ciudades con ellos. Tenían un tipo de existencia muy diferente como consecuencia de haber matado a alguien, aunque lo hicieran con inocencia).
Nota: Estas ciudades de refugio eran ciudades dadas a los levitas, es decir, a los levitas se les permitía vivir en ellas (Josué 21).
v5: El vengador de la sangre: A menudo era un miembro de la familia de la persona fallecida (es decir, un miembro de la familia que deseaba vengar la sangre de su ser querido).
- No entregarán en su mano al homicida: Los homicidas estaban protegidos mientras permanecieran dentro de los muros de estas ciudades.
- No tuvo con él ninguna enemistad antes: Esta era otra condición que el asesino debía cumplir: no debía haber habido mala sangre (animosidad u odio) entre el asesino y el asesinado.
v6: Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación: Se le permitió permanecer en la ciudad de refugio mientras se investigaba completamente su juicio y se podía dictar sentencia.
- Hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo: si el juicio era favorable a él, se le permitía permanecer en la ciudad y solo se le permitía salir de ella una vez que muriera el sumo sacerdote que presidía la ciudad. El sumo sacerdote (aunque no era perfecto) era visto como un hombre justo, un hombre con autoridad espiritual.
Nota: El asesino (aunque su muerte no fue intencional) estaba bajo una especie de arresto mientras vivía en estas ciudades de refugio.
v7: Señalaron: Apartado.
v8: Al otro lado del Jordán al oriente de Jericó: Esto se refiere al lado oriental del río Jordán, la tierra dada a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés.
v9: El extranjero: El gentil. Se refiere a alguien que no era ni judío ni prosélito.
- El extranjero que morase entre ellos: Se refiere a los gentiles que vivían entre los judíos de una manera más permanente.