Nuestra próxima lectura es Efesios 4:24-32
Para muchas personas, el cambio es algo que les da mucho miedo, por lo que muchas se resisten a él y a la falta de familiaridad que conlleva. No estar dispuesto a cambiar va en contra de la verdad de las Escrituras. Di-s está constantemente en el negocio de hacer cambios en nuestras vidas. Di-s trabaja en nuestras vidas para hacernos crecer y madurar, para cambiarnos de tal manera que podamos comenzar a asemejarnos a Su carácter y tener Sus atributos.
v24: Vestíos del nuevo hombre: A lo largo de las Escrituras –es decir, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento– se nos dan mandamientos. Los mandamientos son buenos para nosotros (Juan 14:15). Los mandamientos nos ayudan a crecer y madurar. La obediencia y la aplicación de la verdad de los mandamientos a nuestras vidas son clave para experimentar intimidad con Di-s. Cada mañana, tenemos que tomar una decisión: ¿comenzamos el día vistiéndonos del nuevo hombre (las nuevas vestiduras que se nos dan en el Mesías –la vestidura de salvación y el manto de justicia– Isaías 61:10) o tomamos las arrugas y los pliegues del viejo hombre y nos vestimos con eso en su lugar? La palabra “nuevo” está relacionada con la vida (lo “viejo” está relacionado con la corrupción y la decadencia, que en última instancia conducen a la muerte).
- Santidad: Piedad. Obediencia a la verdad. Una persona piadosa es aquella que se preocupa mucho por todos los aspectos de la verdad, haciendo todo correctamente (desde lo más pequeño hasta lo más grande).
v25: Desechando la mentira: Este es otro mandamiento. Necesitamos eliminar de nuestras vidas todo aquello que esté en conflicto con la Palabra de Di-s. El Espíritu Santo quiere filtrar aquellas cosas de nuestras vidas que nos roban la paz. Quiere convencernos de hacer cosas que no agradan a Di-s, y quiere ayudarnos a hacer aquellas cosas que le agradan a Él. La verdad beneficia a todos. Cuando una persona miente, no está interesada en nadie más que en sí misma. El egoísmo está muy alejado del carácter de Di-s.
- Somos miembros unos de los otros: todos estamos relacionados entre nosotros: somos un solo cuerpo. Si el puño comienza a golpear la cara, todo el cuerpo duele. Pablo quiere que entendamos que dependemos mutuamente unos de otros. Debemos hacer lo que sea mejor para todo el cuerpo y no solo para nosotros mismos. Lo que beneficia a todo el cuerpo también será beneficioso para nosotros.
v26: Airaos: A veces se viola la verdad, y es aceptable que eso nos haga enojar. No tenemos por qué gustarnos o aceptar todo lo que sucede. Muchas cosas no son buenas, no están de acuerdo con la voluntad de Di-s. La ira está relacionada con el juicio. Di-s actúa para ocuparse del pecado, y nosotros también deberíamos actuar para enfrentarlo.
- Pero no pequéis: Cuando nos movemos para confrontar el pecado (una violación de la Palabra de Di-s) no debemos ser llevados a pecar nosotros mismos.
v27: Diablo: La palabra usada aquí en griego es de donde viene la palabra española ‘diabólico’. Esto habla de algo relacionado con el engaño. Di-s odia el pecado, pero no odia al pecador. Di-s está airado/enojado con el pecado, y lo trata radicalmente, pero Su ira es temporal. Una vez que el pecado es tratado (juzgado y consumido) Di-s ya no está airado y comienza a hablar de Su misericordia, Su gracia, Su perdón y Su gran capacidad para restaurar. De la misma manera, no es pecado que estemos enojados con el pecado. Pero una vez que hemos tratado radicalmente con el pecado, ya no hay necesidad de esa ira. Si continuamos siendo consumidos por la ira, entonces hemos permitido que esa ira entre en un espacio malsano y es entonces, en ese lugar, que le daremos al diablo un punto de apoyo en nuestras vidas.
v28: Lo que es bueno: Lo que es “bueno” está relacionado con la voluntad de Di-s. Es muy importante que nos involucremos en la voluntad de Di-s.
- Tenga qué compartir con el que padece necesidad: Ministrar a otros produce unidad y amor.
v29: Corrompida: Se pudre y se desintegra. Esto es algo que es contrario/opuesto al espíritu de renovación. Ninguna palabra de descomposición o podredumbre debe salir de nuestra boca. A veces, podemos querer decirle algo a otra persona, y aunque sea la verdad, es posible que no esté en condiciones de escuchar esa verdad. Decir esa verdad, en el momento equivocado o en la etapa equivocada de la vida de esa persona, también podría causar descomposición en su vida. Nuestras palabras deben ser verdaderas, adecuadas y oportunas.
- Sino la que sea buena: Necesitamos ser sensibles y hablar a los demás dentro de la voluntad de Di-s.
- Para la necesaria edificación: Lo que decimos debe edificar a las personas. Necesitamos escuchar atentamente al Espíritu Santo y seguir su guía al hablar con los demás.
- A fin de dar gracia a los oyentes: Si las personas tienen defectos y les contamos todos sus defectos de una sola vez, se desanimarán mucho. En cambio, cuando hablamos con otros, a veces tenemos que darles la verdad casi gota a gota para que puedan captarla en pequeños “fragmentos manejables”, puedan aceptarla y responder a ella de manera apropiada. Esto le da esperanza (gracia) al oyente y no lo desanima.
v30: No contristéis al Espíritu Santo: No debemos obstaculizar la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. El Espíritu Santo es mayor y más poderoso que nosotros. Sin embargo, hay circunstancias/criterios que debemos cumplir en nuestras vidas para que Él pueda funcionar en ellas.
- El día de la redención: Existe una conexión entre la redención y el Reino. Redención es una palabra que habla de compra. Sin embargo, todas las compras se hacen con un propósito. Di-s nos ha redimido (comprado) para un propósito del Reino. Este “día de la redención” se refiere al día en que el Reino se establece en la tierra. Si estamos sellados para este día del Reino, entonces necesitamos ser personas que vivan la verdad del Reino hoy. Es solo con la ayuda del Espíritu Santo que se nos permite vivir de la manera en que estamos destinados a vivir como personas del Reino. El Espíritu Santo nos convence, nos da poder y nos equipa para vivir de la manera en que hemos sido comprados para vivir.
v31: Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería: Ruido. Esta palabra a veces también se traduce como “jactancia”. No debemos ser personas que llamen la atención.
- Maledicencia (es decir, blasfemia): Cuando las personas están enojadas con Di-s (se enojan con Él porque no obtienen lo que quieren, no están de acuerdo con Di-s, etc.) arremeten contra otras personas.
- Quítense de vosotros: Que todas estas cosas sean quitadas.
- Malicia: Esta es una palabra que habla del deseo de infligir sufrimiento a otra persona. Debemos infligir sufrimiento a la amargura, la ira, el enojo, etc., no a otras personas.
v32: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos: Este es un mandamiento. Necesitamos ser amables unos con otros. Busquemos maneras de estar de acuerdo con los demás.
- Misericordiosos: Esta palabra significa tener la capacidad de llenar las heridas de los demás. Es una palabra que significa que nuestros corazones y pensamientos están muy preocupados por los demás.
- Perdonándoos unos a otros: Cuando nuestros corazones son tiernos hacia los demás, no queremos que el juicio caiga sobre ellos.
- Como Di-s también os perdonó a vosotros en el Mesías: Di-s no se alejó de nosotros después de perdonarnos. Se invirtió en nuestras vidas. Así es como debemos actuar en las vidas de aquellos a quienes hemos perdonado. El perdón no es perdón si decimos que perdonamos a alguien, pero luego nos alejamos y no queremos tener nada más que ver con esa persona. Cuando verdaderamente perdonamos a alguien, le extendemos gracia: nos mantenemos involucrados en su vida, trabajando para y con esa persona por su bien.