
Nuestra siguiente porción es Gálatas 3:1-9
Siempre que examinamos las Escrituras, debemos hacernos una pregunta muy importante: ¿cuál es el tema principal? ¿Cuál es el objetivo del autor en el pasaje de las Escrituras que estamos viendo? En el libro de Gálatas, lo que Pablo está tratando de transmitir es una idea muy simple: nadie es justificado (hecho justo, hecho aceptable a Di-s) por las obras de la ley. Solo podemos entrar en el Reino de Di-s a través de la fe en el Mesías Yeshúa y SU obra (ninguna de nuestras obras cumple con Sus estándares para la salvación). Pablo está abordando el tema de la justificación, no la santificación. Para el tema de la justificación, la ley no tiene absolutamente ninguna relevancia. Para el tema de la santificación (aprender a vivir de una manera piadosa, de una manera que agrade a Di-s), la ley es absolutamente relevante.
v1: ¡Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó (literalmente: engañado) …: Los judaizantes (que creían en un evangelio del Mesías más (+) obras/buenas obras = salvación) habían seguido a Pablo y estaban pervirtiendo o distorsionando el mensaje del evangelio que él estaba predicando – es decir, el mensaje de Pablo era que la obra del Mesías por sí sola era suficiente para la salvación. Pablo presentó un argumento sólido, al principio de Gálatas, de que el evangelio que había recibido y estaba predicando era por revelación divina – no se originó del hombre sino de Di-s. Algunos de los gálatas habían comenzado a aceptar la enseñanza de los judaizantes y estaban comenzando a desviarse del camino. Las personas insensatas saben que algo es verdad, pero eligen no practicarlo y en su lugar hacen algo que está en conflicto con la verdad. Pablo les había enseñado la verdad a los gálatas. Pero ellos estaban eligiendo la mentira (como Eva en el jardín del Edén. Ella conocía la verdad, pero eligió la mentira).
- Quién os fascinó para no obedecer a la verdad: Te extravió. Te sacó del camino. Te alejó de la verdad.
- Presentado claramente: Esto se compone de dos palabras en griego: ‘pro’ y ‘ grapho ‘. Estas palabras significan literalmente “escrito de antemano”. El Mesías crucificado fue “escrito de antemano”. Cuando los escritores del Nuevo Testamento escribieron, bajo la inspiración del Espíritu Santo, no escribieron en el vacío. Todo lo que escribieron estaba arraigado en las Escrituras (del Antiguo Testamento). Pablo citó y aludió a una gran cantidad de Escrituras. Esta idea del Mesías siendo crucificado no era nueva. Fue escrita de antemano. Los profetas revelaron que el sufrimiento, la crucifixión y la muerte del Mesías eran necesarios para la redención. Los profetas no hablaron de una redención parcial, es decir, aquello que era insuficiente para redimir, sino que hablaron de la suficiencia de la obra del Mesías para redimir, restaurar y justificar, para traer la justicia de Di-s a nuestras vidas.
v2: Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, O por el oír con fe?: La idea de aprender aquí es un aprendizaje que no se basa solamente en adquirir conocimientos, sino en aprender de manera experiencial. No se trata solamente de escuchar algo y aceptarlo como un hecho. Pablo está hablando aquí de algo que quería aprender a través de la experiencia.
- ¿Recibisteis el Espíritu?: Pablo pone sobre la mesa dos opciones con respecto a cómo estas personas perciben la entrega del Espíritu Santo a ellos. ¿Se les da el Espíritu Santo a los creyentes a través de sus obras (y si la respuesta es “sí” … ¿cuántas obras tenemos que hacer para ser considerados suficientes para recibir el Espíritu Santo?), o a través de su fe? En Isaías 59:20-21 (como en otros lugares de la Biblia), la entrega del Espíritu Santo se coloca dentro del contexto de la redención.
- O por el oír con fe: Cuando oímos con fe no significa que lo que oímos nos entre por un oído y nos salga por el otro. El oír con fe implica una acción/una respuesta. Las obras implican una acción. La fe implica una acción. Sin embargo, las acciones que siguen la actitud de “trabajar por la salvación” no significan nada, son como trapos de inmundicia. Las acciones que siguen a la fe tienen un valor eterno.
v3: ¿Tan necios sois?: A Pablo le desconcertaba que se volvieran contra lo que sabían que era verdad.
- ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?: Estas personas (principalmente no judías) habían experimentado el Espíritu en el pasado, pero ahora estaban actuando en conflicto con el Espíritu y estaban empezando a vivir en la carne y a confiar en su carne. Los gálatas, en general, no habían crecido en hogares creyentes. No conocían la Palabra de Di-s. Oyeron el evangelio del Mesías Yeshúa, fueron salvos, fueron llenos del Espíritu y luego comenzaron a leer lo que decía la Palabra. En lugar de ver las leyes como algo que estaba ahí para ayudarlos en el proceso de santificación, malinterpretaron las leyes y las vieron como un medio para la justificación (salvación). En retrospectiva, estaban tratando de pagar por un regalo que ya habían aceptado de forma gratuita.
v4: Los gálatas habían sufrido mucho. Pablo no quería que su sufrimiento por el Mesías y por causa del evangelio (su sufrimiento había sido por fe) hubiera sido en vano a largo plazo.
- Si es que realmente fue en vano: Esta frase nos muestra la esperanza de Pablo. Él tenía la esperanza de que estas personas simplemente habían sido cegadas temporalmente y que no habían rechazado totalmente la verdad. Pablo tenía la esperanza de que simplemente estuvieran desviadas y no totalmente perdidas.
v5: Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros: Estas personas no sólo habían recibido el Espíritu Santo, sino que Di-s también había obrado poderosamente en medio de ellos.
Nota: Pablo les hace la pregunta… ¿Recibieron el Espíritu y se hicieron milagros en medio de ellos por sus obras de la ley o por su fe? ¿Merecían (ganaban) lo que Di-s había hecho, o los milagros fueron el resultado de la fidelidad de Di-s y Su deseo de manifestarse a Su pueblo para poder equiparlos y darles poder para que pudieran cumplir Su obra? Di-s actuó en medio de ellos no por algo que ellos habían hecho, sino por el hecho de que habían aceptado, por fe, la verdad de Di-s.
v6: Nota: Pablo respalda lo que les está revelando a los gálatas al basar lo que ha dicho en las Escrituras (del Antiguo Testamento) (específicamente la Torá, los libros de la ley, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento). Estos individuos querían que la Torá (la ley/obras) fuera el instrumento para completar su salvación. Al citar la Torá en defensa contra su pensamiento, Pablo les estaba revelando que en realidad no conocían en absoluto el corazón de la Torá.
- Tal como está escrito en la Torá. Pablo no estaba yendo en contra de la ley. Les estaba diciendo la verdad que se enseñaba en la ley, la cual estaba siendo torcida para satisfacer los deseos de los hombres (un deseo de involucrarse en su propia salvación, de hacer sus propios planes para garantizar su salvación).
- Así Abraham creyó a Di-s: Citado de Génesis 15:6. Abraham, el primer hijo (el primer converso, por así decirlo) de Di-s por medio de la fe, estableció el paradigma para nuestra fe. Era un gentil, que había crecido (según la tradición) en una familia idólatra. Cuando Di-s se reveló a Abraham y Abraham respondió a Di-s, por medio de la fe, Di-s cambió la identidad de Abraham, y él se convirtió en el padre de la nación judía. Fue la fe de Abraham la que le fue contada como justicia, no sus obras.
v7: Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham: El término ‘Israel’ en el Nuevo Testamento se refiere predominantemente a aquellos que son personas de fe, judíos y gentiles por igual. Los judíos no entran automáticamente al Reino de Di-s en función de su herencia. Es por eso por lo que Pablo nos advierte en Romanos 9:6-9 que no todo Israel (no todos los judíos) son del verdadero Israel de Di-s. Solo aquellos que creen por fe son considerados, a los ojos de Di-s, hijos (herederos) de Abraham. Solo a través de la fe vamos a heredar (los hijos heredan) las promesas del pacto que Di-s le dio a Abraham (es decir, bendición, más específicamente esta bendición tiene que ver con el Mesías – Romanos 8:32. Es solo cuando estamos EN el Mesías que vamos a ser completamente bendecidos, tener intimidad con Di-s).
v8: Previendo: Ver antes. Esta capacidad de “ver antes” tiene que ver con la cualidad sobrenatural de la Palabra de Di-s.
- Di-s había de justificar por la fe a los gentiles: En ese tiempo, numerosos gentiles estaban llegando a la fe. Los judaizantes estaban viendo esto y decían que esto era un problema. Los judaizantes querían que estos gentiles primero tomaran sobre sí el yugo de la Torá (la ley), es decir, en efecto, se convirtieran en judíos. Luego, los judaizantes querían que comenzaran a practicar la ley, no solo la ley bíblica, sino también las leyes establecidas por los sabios/ancianos. Pablo está diciendo que lo que estos judaizantes querían que los gentiles hicieran no era bíblico. La Escritura reveló, de antemano, que los gentiles iban a ser hechos justos (bendecidos) por medio de la fe, no por las obras (Génesis 12:3, 18:18, 22:18, etc.).
- La buena nueva: Buenas nuevas. El evangelio, la buena nueva del Mesías –la simiente de Abraham– le fue predicado a Abraham. Abraham (un paradigma/modelo para los gentiles) recibió esta revelación cuando era, en efecto, un gentil. Abraham creyó lo que Di-s había dicho, y le fue contado como justicia –por medio de la fe de Abraham, y no por sus obras (Génesis 15:6, Romanos 4:1-5).
- Abraham: El hombre asociado con la fe.
Nota: El hecho de que los gentiles llegaran a la fe no era algo problemático ni que estuviera en conflicto con la revelación de las Escrituras. De hecho, esto era exactamente lo que la Torá había dicho que sucedería: que, a través de la fe en el mensaje del evangelio, y no a través de las obras de la Torá, las personas serían justificadas, declaradas justas y aceptables ante Di-s.
v9: De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham: Literalmente: Abraham, el hombre de fe. Abraham creyó en las promesas del pacto de Di-s –la Palabra de Di-s– antes de que se cumpliera una sola promesa. La mayor promesa que Abraham recibió de Di-s fue que el Mesías (la Simiente) vendría de él.