Esperamos que estén disfrutando de Janucá. La porción de la Torá de esta semana es Mikeitz (Génesis 41:1 – 44:17). Aquí hay un breve comentario de Baruch.
Aunque nuestra teología debe provenir de lo que dice la Biblia y no de lo que no aparece en las Escrituras, creo que uno puede aprender un mensaje importante de algo que no está escrito en la porción de la Torá de esta semana. Todos estamos familiarizados con el relato de que José fue vendido como esclavo y cómo se convirtió en el líder de Egipto bajo el faraón. También es bien conocido cómo los hermanos bajaron a Egipto para comprar comida y cómo finalmente José se reveló a ellos. Es dentro de esta sección que José coloca su copa de plata en el saco de Benjamín para hacerlo parecer culpable de haberlo robado. Obviamente Benjamín era inocente.
Es muy significativo que cuando se atrapa a Benjamín, como si fuera “atrapado con las manos en la masa”, con la copa, no se dice nada de él haciendo una defensa. A veces, en situaciones, no es beneficioso exponer tu caso o discutir con otros sobre lo que creen acerca de ti. No importa lo que hubiera dicho Benjamín, el hecho de que la copa estuviera en su bolsa lo hacía parecer absolutamente culpable. En otras palabras, en ocasiones puede ser mejor permanecer en silencio y confiar en que Di-s finalmente manifestará la verdad ya sea en esta era o en Su reino.
La Escritura es muy clara que un día todas las cosas serán reveladas,
“Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido.” Lucas 12:2
Se necesita mucha fe y humildad para esperar y confiar en Di-s, cuando todos creen en una falsedad acerca de ti, que el Mesías lo resolverá de una manera en que un día te reivindicará y lo glorificará a Él. Una gran cosa para recordar cuando sientes una injusticia en este mundo es el significado del nombre Daniel: ¡Di-s es mi juez! Por cierto, también es nuestro vengador.