Esta semana, nuestra lectura de la Torá es de Génesis 47:28-50:26. Se llama Parashá Vayejí. Aquí incluimos un breve comentario de Baruch:
Parashá Vayejí
“Yo sigo e) camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre”. I Reyes 2:2
Note que no hay tristeza en las palabras de David, porque él se da cuenta de que lo que le va a suceder le sucede a todos. A pesar de que David era un individuo importante, sabía que su posición importante no lo hacía diferente a cualquier otro ser humano: la muerte viene a todos. La forma en que uno maneja la muerte dice mucho acerca de su espiritualidad. David no luchó por aceptar el hecho de que su tiempo para morir había llegado. Por el contrario, lo aceptó y pensó en lo que podría hacer para ayudar a su hijo Salomón, quien gobernaría después de él.
Lo importante que hay que ver aquí es que su muerte reveló por qué Di-s lo había elegido a él para ser rey en primer lugar. David tenía la capacidad de ver que él no era lo principal, sino que había algo de mayor importancia. ¿Qué fue eso? Es obra del Señ-r. Uno necesita entender que él o ella no existe para sí mismo, sino para servir en los planes y propósitos del Señ-r para el mundo. La actitud que uno debe poseer se encuentra en uno de los Salmos de David,
” Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” Salmo 8:4
David entendió lo que es el hombre y lo que debe ser el foco de la vida de uno, porque le dice a Salomón “sé fuerte y sé un hombre”. Del contexto de esta sección (ver I Reyes 2:3-4), es más claro que obedecer la Palabra de Di-s es la forma en que un individuo debe utilizar su tiempo en la tierra. Uno no debe pensar en términos de la cantidad de tiempo, sino en que si uno manejó el tiempo fielmente. Esto es lo que David está amonestando a Salomón para que haga. En otras palabras, no preguntes, ¿tuve una buena vida? Más bien pregunta fui obediente a las tareas que el Señ-r puso delante de mí. Aunque Salomón no siempre respondió apropiadamente a la voluntad del Señ-r, aprendió la lección hacia el final de su vida cuando escribió:
“El fin de todo el discurso oído es este; teme a Di-s, y guarda Sus mandamientos; porque esto es el todo (la esencia) del hombre. Porque todo Di-s traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o mala”.Eclesiastés 12:13-14
Hoy se escuchan dichos como: “Se trata de ti” o “eres especial”. Estos dichos ponen el énfasis en una persona en lugar de en Di-s. No es tanto que yo sea único, sino que Di-s me ha dado un llamado único. La gente a menudo responderá y dirá, pero ¿no dice la Escritura que estoy maravillosamente hecho? Sí, en el Salmo 139. Pero el objetivo del versículo es honrar al Creador y no a la creación. Si el enfoque se vuelve “lo maravilloso que soy debido a cómo fui hecho”, entonces te has equivocado. Recuerda que el versículo dice:
“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras…” Salmo 139:14