Estudio Bíblico de Romanos No. 23

Pasamos a Romanos 7:7-14

¿Tenemos una comprensión adecuada y basada en las Escrituras de la Ley de Moisés? Muchas personas no lo hacen. Piensan que el Espíritu guía de una manera y la Ley de otra. Sin embargo, éste no es el caso. El Espíritu y la Ley no están en conflicto entre sí (Romanos 8:4).

v7: ¿Qué pues diremos?: Basado en lo que hemos aprendido cuál debe ser nuestra conclusión.

  • ¿La ley es pecado? Pablo está preguntando si esta es la conclusión o el entendimiento correctos que debemos alcanzar con respecto a la Ley. Como creyente del Nuevo Testamento, queremos deshacernos de todo lo que tenga que ver con el pecado. ¿Cae la Ley en esa categoría?
  • En ninguna manera: Una palabra muy fuerte en griego que significa ‘absolutamente no’ o ‘Di-s no lo quiera’.
  • Yo no conocí el pecado sino por la ley: Todos nacemos con una conciencia, y así podemos entender la verdad hasta cierto punto. Pero es solo a través de la Ley (la Palabra escrita de Di-s), que podemos conocer y comprender el impacto total del pecado. La Ley nos enseña lo que es el pecado. Nos enseña que estamos rompiendo las reglas de Di-s. Nos enseña la verdad.

v8: El pecado, tomando ocasión: El problema NO es con la Ley o el mandamiento. El mandamiento es bueno. La Ley es bíblica. Viene de Di-s. El pecado es el problema. El pecado es un oportunista y aprovechará cualquier oportunidad o pie en la puerta que se le presente.

  • Pecado obro en mí (1909): Nuestras naturalezas carnales son tales que si Di-s dice algo nos rebelamos y queremos hacer lo contrario. Cuando Di-s dice: “No…” decimos: “Vamos a…”. El pecado utiliza lo que es bueno para despertar en nosotros nuestras pasiones que, por naturaleza, están en contra de la verdad de Di-s.
  • Sin la ley, el pecado está muerto: El pecado dentro de nosotros parecía estar latente hasta que llegó ese mandamiento. ¿Por qué? Porque el pecado es por naturaleza desafiante y rebelde y asoma la cabeza cuando se le dice qué hacer o qué no hacer. Di-s le ordenó a Adán que no comiera del Árbol del Conocimiento. Antes del mandato, si Adán hubiera comido de ese árbol, no se le habría imputado pecado (Romanos 5:13). Aunque no habría sido eternamente castigado por ello, habría habido consecuencias terrenales. Después del mandato se convirtió en pecado. Yeshúa, conociendo los mandamientos, no (a diferencia de Adán) cedió al pecado. Obedeció… hasta la muerte (Filipenses 2:8).

v9: Pero venido el mandamiento: Cuando el mandamiento de “Harás… y no harás…” entró en vigor.

  • El pecado revivió: El pecado revivió y el deseo pecaminoso nació dentro de nosotros.

Nota: Si una sociedad no estuviera gobernada por leyes o estándares de moralidad, no podrían ser acusados de rebelión (porque no habría nada contra lo que rebelarse), pero harían lo que consideraran correcto ante sus propios ojos. Aunque este comportamiento puede ser pecaminoso, no sabrían que lo es porque no tendrían nada para poder medirlo. Para ellos, no hay un estándar de comportamiento que muestre que se están quedando cortos.

Para nosotros la Ley es buena. Nos reveló que somos pecadores y nos ha dado tiempo para arrepentirnos para que no tengamos que enfrentar la muerte eterna. Si no tuviéramos la Ley, nunca sabríamos que somos pecadores camino a la muerte.

  • Yo morí: El pecado, vivo en mi vida, me trajo la muerte.

v10:El mandamiento me fue dado con el fin de traer vida en mí.

  • Para mí era mortal (1909): Aunque este mandamiento fue dado para darnos vida (espiritualmente estábamos muertos y nos dirigíamos hacia el juicio de Di-s – el mandamiento fue dado para mostrarnos esto) nos mostró que éramos pecadores y estábamos de hecho muertos (espiritualmente).

v11: Me engañó y… me mató: Los mandamientos nos muestran nuestra pecaminosidad. Muestran que nos dirigimos a la muerte si no encontramos el perdón de nuestros pecados. Los mandamientos proclaman el juicio de Di-s sobre nosotros porque somos transgresores. Esto es bueno para el mandamiento, pero también puede verse como una fuente de muerte porque señala nuestra pecaminosidad.

v12: De manera que: Este es un término de conclusión.

  • Santa: Apartada para un propósito.
  • El mandamiento santo, y justo, y bueno: No debemos pensar que la Ley es impropia para nosotros como creyentes. La Ley NO está en contra de la fe.
  • Bueno: Esto significa ‘de acuerdo con la voluntad de Di-s’.

Nota: Si aplicamos la Ley a nuestras vidas como incrédulos, el resultado es la muerte. Manifiesta nuestra rebeldía, y nos llevará a la transgresión. Cuando entendemos por qué la Ley es santa, justa y buena, nos hará buscar el perdón a través de un Redentor o Salvador.

v13: Lo que es bueno vino a ser muerte: Pablo quiere que pensemos en el propósito de la Ley. Él quiere que lleguemos a una conclusión acerca de la Ley. Nos pregunta si lo que es bueno (es decir, la Ley) se ha convertido en muerte para nosotros. ¿Debería ser esta la forma en que percibimos la Ley?

  • En ninguna manera: Pablo usa el mismo término fuerte: Que nunca sea. Que Di-s lo prohíba.
  • Pecado: El pecado está en todas nuestras vidas. Di-s nos dio la Ley para revelarnos este pecado.
  • Lo que es bueno: Nunca debemos pensar que los mandamientos no son buenos.La Ley es buena, justa y santa.
  • Me obro la muerte (1909): La Ley mostró o manifestó lo que estaba presente dentro de nosotros. Por ejemplo: así como una máquina de rayos X muestra nuestros huesos, así la Ley muestra nuestro pecado.
  • Haciéndose pecado sobremanera (1909): La Ley fue dada para que pudiéramos ver que el pecado que vive dentro de nosotros era excesivamente pecaminoso y es algo con lo que debemos lidiar absolutamente. Si no sabemos acerca de la presencia del pecado en nuestras vidas, entonces no sabemos del poder o dominio que tiene sobre nosotros y, por lo tanto, no lo trataremos correctamente, es decir, recibir el Evangelio por fe: invitar, en nuestras vidas, a Aquel que murió por nosotros. Yeshúa es el único que puede lidiar con nuestro pecado. No nosotros mismos. Somos simplemente los destinatarios de esta magnífica obra que Él hizo por nosotros, y solo podemos recibir este don gratis de parte de Él por la fe.

v14: Sabemos: Los verdaderos creyentes conocen o entienden la Palabra de Di-s.

  • La ley es espiritual: Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, nos está enseñando que la Ley es de Di-s. No hay nada problemático con la Ley. Pablo ya nos ha dicho que es santa, justa y buena. La Ley es la Verdad de Di-s. La Ley establece las normas justas de Di-s.
  • Yo soy carnal: La Ley no es el problema. Nosotros, hombres y mujeres pecadores, vendidos al pecado, lo somos. Cuando la Ley se pone en carne humana trae la muerte (la consecuencia del juicio de Di-s). Esta muerte no es solo física, sino también espiritual: la muerte eterna. Como humanos, tenemos una opción. Podemos elegir esta muerte eterna y simplemente seguir viviendo de la forma en que estamos viviendo. O podemos elegir la vida (Deuteronomio 30:19) – aceptando lo que el Mesías Yeshúa hizo por nosotros en la cruz (Juan 3:16), y que Di-s lo resucitó y le dio la victoria sobre el pecado y la muerte (Romanos 10:9-10).
  • Vendido a sujeción del pecado (1909): Esta es nuestra naturaleza humana natural. PERO la fe puede traer un gran cambio o transformación a esta naturaleza carnal nuestra. No necesitamos ser personas que tienen el pecado gobernando nuestras vidas. Nuestro problema es el pecado. Nuestra solución es la redención. La redención es una compra: hemos sido comprados por precio (1 Corintios 6:20. Ese precio es la sangre del Mesías). Ya no somos nuestros, sino que pertenecemos a Di-s. Como tal, se nos da la victoria: victoria para caminar en obediencia a la verdad de Di-s.
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