Yom Kippur – Día de Expiación
El domingo por la noche comienza un período de tiempo conocido como los Festivales de Otoño. En Israel, solo decimos los Chaggim. Este tiempo no solo es ocupadísimo, sino que en Israel es un tiempo muy serio y dentro de la población judía de todo el mundo. Nos tomamos este tiempo para evaluar nuestras vidas y nuestras acciones. Buscamos el perdón de aquellos contra quienes hemos pecado durante el año. A continuación, hay un nuevo artículo que Baruch ha escrito para esta época:
El séptimo mes en el calendario bíblico se conoce comúnmente como Tishrei. En este mes cae la Fiesta de las Trompetas (Yom Terúa o Rosh HaShanah), el Día de Expiación (Yom Kipur), la Fiesta de los Tabernáculos (Sukkot) y la Asamblea del Octavo Día (Shimini Atzeret). En este artículo, me gustaría destacar el Día de Expiación.
Aunque los Festivales de Otoño comienzan el primer día del séptimo mes, el mes anterior, conocido como Elul, es muy significativo. Durante este mes, el Shofar suena todos los días en la Sinagoga (excepto en el Shabat) y este mes sirve como un momento de reflexión personal con respecto al comportamiento de uno. La pregunta principal es:“¿Ha obedecido uno a la voluntad de Di-s?” El sonido del Shofar es un llamado al arrepentimiento, pero el verdadero arrepentimiento debe ser desencadenado por algo. ¿Qué es esto? La respuesta es la convicción del pecado. Es muy desafortunado que hoy en día haya una tendencia para aquellos que “enseñan” la Palabra de Di-s a evitar hablar de una manera que hace que la gente caiga bajo convicción. Una manera en que el arrepentimiento se expresa en la Escritura es volviéndose hacia Di-s. Es sólo cuando una persona está verdaderamente remordida con respecto a sus pecados, que éste se arrepentirá. Esto requiere que una persona sea consciente de sus pecados, y esto generalmente sucede cuando esta persona se enfrenta a ellos.
Yeshúa, al hablar del Espíritu Santo dijo,
“Y cuando venga aquel, condenará al mundo en cuanto al pecado, en cuanto a la justicia y al juicio. Juan 16:8
Es tan significativo que cuando Yeshúa comienza a hablar sobre el Espíritu Santo, una de las primeras cosas que revela es que una de las funciones principales del Espíritu Santo es condenar / reprender al individuo. No sólo durante todo el mes de Elul se oye el Shofar, sino que también hay oraciones especialmente construidas cuyo propósito principal es recordar al adorador de los diversos pecados con el fin de llevar al recuerdo cualquier acto pecaminoso que pueda haber cometido. La tradición en Yom Kipur era (cuando el Templo estaba de pie) que mientras el Sumo Sacerdote estaba realizando su servicio, cada individuo debería estar confesando sus pecados. Aunque hay numerosas acciones que el Sumo Sacerdote debe llevar a cabo en el Día de Expiación, hay un claro énfasis en los dos machos cabríos.
El capítulo dieciséis del libro de Levítico trata exclusivamente de Yom Kipur. En el versículo siete, se le dice al lector que el Sumo Sacerdote toma dos machos cabríos y los lleva ante HaShem a la entrada del Tabernáculo de Reunión. En el versículo ocho, por sorteo, el Sumo Sacerdote debe designar uno de los cabríos para el Señ-r y el otro para Azazel. Se discutirá con mayor detalle cuál es la importancia de estas dos designaciones. Es importante saber que estos dos machos cabríos se relacionan con un servicio que enseña la verdad espiritual concerniente al pecado. El primer cabrío que es para HaShem debe ser ofrecido como ofrenda por el pecado (véase el versículo nueve). Uno de los propósitos de la ofrenda por el pecado es manifestar el juicio de Di-s. Debido a que Di-s es Santo, Él no puede ignorar el pecado; más bien, Él debe imponer Su juicio sobre este. El hecho de que hubiera un sistema de sacrificios del templo informa al lector de la Biblia que mientras que Di-s debe castigar el pecado, permite que se ofrezca un sustituto.
Al estudiar el capítulo dieciséis y los dos machos cabríos, se ha dicho que el primer cabrío se ofreció como ofrenda de pecado y marcado: para el Señ-r ליהוה . Esta designación da fe de la verdad de que Di-s requiere la muerte como pago por el pecado. Es el segundo macho cabrio en el que me gustaría centrarme. Uno aprende en el versículo veintiuno que el Sumo Sacerdote puso sus manos sobre la cabeza del cabrío que estaba marcado a Azazel לעזאזל. Mientras sus manos están sobre este cabrío, el Sumo Sacerdote confiesa todas las iniquidades עונות, transgresionesפשעים y pecadosחטאות de los Hijos de Israel. Del texto se desprende claramente que hay una transferencia de todos estos pecados de Israel a este cabrío. Entonces este cabrío fue llevado al desierto. Esto simboliza los pecados apartándose del pueblo. Algunas autoridades judías afirman que el término L’Azazel significa “para el desierto”, pero en este uso la idea del desierto tiene una idea de vacío o ser abandonado. Esto se puede entender como un lugar que es más remoto, tan lejos como el oriente es del occidente.
Es muy importante que el lector entienda que son estos dos machos cabríos los que proclaman el mensaje de expiación. Este mensaje tiene tres componentes: Muerte, Confesión y Eliminación. Se pueden ver estos mismos tres componentes relacionados con el Evangelio. Primero, el Mesías murió en la Cruz por nuestros pecados. Segundo, debemos reconocer nuestro pecado a través de la confesión. Tercero, los pecados son eliminados del creyente y somos totalmente perdonados. Para el resto de este artículo quiero hacer hincapié en la importancia de la confesión.
Mi oración favorita en la Biblia se encuentra en Daniel Capítulo nueve. En este capítulo, Daniel sabe que el tiempo para el exilio babilónico está terminando y HaShem quiere renovar Su relación y propósitos con Su pueblo. Es por estas razones que Daniel confiesa no sólo sus pecados, sino los pecados del pueblo, incluso volviendo a las generaciones anteriores. Este hecho enseña al lector que Daniel entendió que el pecado no confesado puede realmente obstaculizar a las generaciones futuras. Probablemente el versículo más conocido de las Escrituras que trata sobre la confesión se encuentra en 1 Juan.
“Si confesamos nuestros pecados, fiel es El y justo; con el fin de que perdone nuestros pecados y nos limpie de toda injusticia.” 1 Juan 1:9
La confesión del pecado debe ser parte de nuestra vida espiritual. Como mencioné, antes de la Fiesta de las Trompetas, se dicen oraciones que se llamarán Selichot סליחות El significado literal de esta palabra es “perdón”. Estas oraciones no sólo preparan a uno espiritual para la fiesta de las trompetas, sino que también ayudan a preparar a uno para el período entre la Fiesta de las Trompetas y Yom Kipur. Durante este tiempo, uno está llamado a recordar con Asombro cuán grande es realmente la gracia y la misericordia de Di-s.
El judaísmo jasídico tiene una forma interesante de expresar el significado de este tiempo. Se refieren a esto como “El Rey en el Campo”. ¿Cuál es el mensaje de este dicho? El acceso a un rey es difícil. No es fácil entrar en el palacio e incluso si uno logra su entrada al palacio, no hay garantía de que el rey lo vea. La declaración “El Rey en el Campo” implica que el rey ha dejado el palacio y está fuera en el campo donde es más accesible al público. La tradición es que especialmente durante este tiempo Di-s está disponible y deseando que la gente busque Su gracia y encuentre el perdón.
Por supuesto, el perdón sólo se encuentra a través de la fe en el Mesías Yeshúa. Uno puede buscar Su perdón en cualquier momento; sin embargo, uno puede encontrar que enseñar sobre el pecado y poner a las personas bajo convicción durante los Festivales de Otoño a menudo puede producir mayores resultados. Estos son los días señalados por HaShem y cuando compartamos el mensaje de estos días, creo que habrá una unción especial sobre este mensaje.
Es prudente estudiar la Palabra de Di-s y aprender acerca de estas fiestas y compartir su significado con los demás al aplicar la verdad bíblica contenida en ellos.
Jag S’meaj חג שמח