Hermosas flores en Sebis, Rumania.
La parashá de esta semana es Parashat Korach. Aquí encontrarán un breve comentario de Baruch sobre este pasaje de la Escritura (Números 16:1 – 18:32). ¡Que tengan un bendecido Shabbat!
En la lectura de la Torá de esta semana, uno de los temas principales es la rebelión. Es claro a partir de este pasaje que la rebelión contra Dios conduce a la muerte. Aquellos que presenciaron la respuesta de HaShem a los rebeldes estuvieron muy temerosos. Después del incidente con la rebelión de Coré, HaShem afirma el liderazgo de Aarón y sus hijos (los sacerdotes) en el Tabernáculo. A Aarón se le ordena que guarde su cargo en el Tabernáculo. ¿Por qué fue esto lo primero que Dios le ordena a Aaron? Aunque el que se rebela contra Dios y Su liderazgo es culpable solo de esta ofensa, cuando los líderes no están completamente comprometidos con su llamado, esto crea el ambiente que lleva a la rebelión. En otras palabras, la gente reflejará el compromiso con Dios que demuestra el liderazgo.
En este pasaje, HaShem enfatiza esto al afirmar lo siguiente:
” Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no sea más la ira sobre los hijos de Israel. ” Números 18:5
Este versículo revela que si el liderazgo falla en mantener la condición espiritual apropiada del Tabernáculo, entonces habrá juicio sobre la gente. ¿Por qué sería esto? Parece injusto que la gente sufra debido a la insuficiente labor del liderazgo. Hay dos razones para esto. Primero, cuando el Tabernáculo no está en la condición espiritual apropiada, no expía las transgresiones del pueblo y, por lo tanto, debe administrarse el castigo de los pecados. Segundo, este es solo otro ejemplo de cuán frecuentemente las personas son afectadas por los pecados de otros.
También es muy interesante que el sacerdocio mismo se llame don (Véase Números 18:7). Esto debe ser entendido de dos maneras. En primer lugar, el hecho de que HaShem haya creado el sacerdocio para servir en nombre de la gente es un regalo. En segundo lugar, el llamado a servir a Dios en una posición de liderazgo también es un regalo. Note el final del versículo siete que dice que el que no sea de la tribu de Leví e intenta servir en el Tabernáculo morirá. Este versículo enfatiza claramente la importancia de un llamado a servir en el liderazgo. Esto debería llevar a la persona que está llamada a tomar con gran seriedad su servicio y a aquellos a quienes está sirviendo para respetar el trabajo que él hace. Es cuando se violan estos principios que HaShem deja de bendecir a la gente, y cuando las bendiciones cesan, el resultado será que Dios maldecirá a la gente. No hay posición intermedia, Dios nos va a bendecir o maldecir. Esta verdad Bíblica a menudo escapa a nuestra atención.
Por lo tanto, renovemos nuestro compromiso de ser diligentes en nuestro llamado a Él, independientemente de cuál sea nuestro llamado. Tu fidelidad impactará a los demás y también la falta de servicio. Rara vez pensamos que servirle a Él es una cuestión de vida o muerte, pero esto es exactamente lo que dice nuestro pasaje de la Parashá.
