Estudio Bíblico Libro de Gálatas No. 12

Hemos aprendido que la ley no puede afectar el pacto abrahámico (ni el nuevo pacto) porque es una promesa que tiene su raíz en la gracia. Entonces, ¿qué propósito tiene la ley? Pablo aborda ahora esta pregunta.

v19: Fue añadido a causa de las transgresiones (pecados): Véanse los comentarios hechos en Gálatas 3:12.

  • Y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador: Este es un modismo en el idioma griego. La mención de “ángeles” nos permite saber que se nos está dando una perspectiva celestial. El pacto dado a Abraham era de naturaleza celestial, y se promulgó en nuestras vidas a través de un mediador, es decir, el Mesías Yeshúa (la Simiente), que es el mediador entre Di-s y el hombre.

v20: El mediador: Generalmente un mediador se sitúa entre dos individuos/dos grupos y trata, desde una posición de neutralidad, de llevarlos a un punto común mediante el cual puedan llegar a un acuerdo entre sí.

  • Di-s es uno: Esta es una verdad teológica muy importante. El Mesías y Di-s son Uno. Di-s mismo fue el mediador de este pacto. Aunque Él era la parte ofendida, se humilló y se hizo carne en nuestro lugar, ordenando que el pacto (que viene con promesas y bendiciones del Reino) se hiciera realidad en nuestras vidas (la parte que había causado la ofensa). Él hizo todo lo posible para traer paz entre el hombre y Di-s. Sólo Él es digno de alabanza.

v21: ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Di-s?: La ley no añade nada al pacto abrahámico (un paradigma del Nuevo Pacto). El pacto por sí solo es completamente suficiente para hacer realidad los planes y propósitos de Di-s en nuestras vidas (las promesas/bendiciones de Su Reino). Entonces, ¿cuál es el propósito de la ley? Muchas personas hoy en día creen que la ley está en desacuerdo con la gracia. Creen que como creyentes tenemos dos opciones para elegir: o el evangelio o la ley de Moisés. Esta no es una forma bíblica de pensar.

  • ¡ En ninguna manera!: Pablo responde a la pregunta anterior de una manera muy contundente. La ley NO está en contra de las promesas (la gracia) de Di-s.
  • Porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley: Pablo está utilizando otra situación hipotética. Si hubiera una ley que pudiera dar vida (que no la hay), entonces esa ley se habría utilizado para producir justicia/justificación. Podemos imaginar una ley así, pero solo estaría basada en nuestra imaginación y no en la realidad.

v22: Pablo comienza, en este versículo, a hablar acerca del entendimiento correcto que un creyente necesita tener (tanto en pensamientos como en acciones) respecto al propósito de la ley.

  • Mas la Escritura lo encerró todo: nos encerró a todos juntos. Las Escrituras nos ponen a todos en la misma “caja”: TODOS hemos pecado y TODOS estamos destituidos de la gloria de Di-s (Salmo 14:1-3, Romanos 3:10-12, 23).
  • Bajo pecado: “Bajo pecado” significa literalmente que todos estábamos (sin excepción alguna) bajo la autoridad del pecado. Quienes tienen autoridad sobre nosotros tienen el poder de castigarnos. El pecado, cuando tenía autoridad sobre nosotros (porque estábamos “bajo” él), tenía el poder de provocar la muerte en nuestras vidas. No sabríamos que somos pecadores, con la pena de muerte sobre nuestras cabezas, si no tuviéramos la ley. La ley (cuando nos medimos según su estándar) nos anuncia que somos pecadores necesitados de salvación/la gracia de Di-s. Si no aceptamos la salvación que se nos ofrece, entonces vamos a morir (eternamente). La ley también establece las expectativas de Di-s (lo que debemos hacer o lo que no debemos hacer para agradarle). Es a través de la ley que nos damos cuenta de que las cosas que Di-s ama que hagamos son a menudo las cosas que no queremos hacer (y viceversa). La ley no tiene la culpa (la ley es buena, santa y justa). El problema está en nosotros.

v23: Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley: La ley nos tenía prisioneros. Antes de la fe, estábamos bajo la autoridad de la ley.

  • Encerrados para aquella fe que iba a ser revelada: La ley nos mostró nuestra carencia. La carencia nos llevó a buscar la gracia de Di-s. En las palabras de la ley encontramos un pacto. El pacto de Abraham fue revelado por la ley (el testimonio de Abraham se encuentra en los libros de la ley, la Torá).

v24: De manera que la ley ha sido nuestro ayo: Ayo. Si entendemos que la ley es como un ayo, un maestro, entonces hemos entendido correctamente la ley. Un ayo nos enseña lo que no sabemos. La ley, como nuestro ayo, nos enseña acerca del Mesías y nos muestra que somos pecadores necesitados de Su salvación. La ley nos conduce al Mesías y, por lo tanto, indirectamente, a la justicia por medio de la fe en el Mesías.

  • A fin de que fuésemos justificados por la fe: Cuando conocemos y aceptamos al Mesías como nuestro Señ-r y Salvador, entonces, por la fe, seremos hechos justos.

v25: Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo: bajo la autoridad (juicio) del ayo/la ley. Cuando estamos ‘bajo’ la ley somos considerados pecadores. Cuando ya no estamos bajo la ley es porque nos hemos convertido en una nueva creación en el Mesías.

v26: Pues todos sois: Pablo se dirige a los creyentes (ver Gálatas 3:15). Por lo tanto, “vosotros…todos” se refiere a los creyentes y no a toda la humanidad. Ser “hijos de Di-s” es una realidad para TODOS los creyentes que han ejercido la fe en el Mesías Yeshúa.

v27: Bautizados: El bautismo habla de muerte y resurrección. Como creyentes, nos identificamos con la muerte del Mesías: diariamente tomamos nuestra cruz y nos consideramos muertos al pecado. La muerte es una consecuencia/castigo asociado con el pecado, del cual tenemos conocimiento por la ley. Sin embargo, como creyentes, también nos identificamos con la resurrección del Mesías: ser resucitados como una nueva creación en el Mesías (‘ vestirse del Mesías’, cobrar vida en el Mesías).

v28: En lo natural siempre habrá judíos, gentiles, hombres y mujeres, etc. Pablo no está hablando aquí de lo físico. Lo que le preocupa a Pablo es el acceso al evangelio. Pablo está señalando que no hay ventajas culturales, sociales o de género cuando se trata del evangelio. El evangelio está disponible para todos. No perdemos nuestro género, nacionalidad, etnia o estatus cuando venimos al Mesías. Sin embargo, ninguna de estas cosas nos impide experimentar el poder del evangelio y de la salvación.

  • Todos vosotros sois uno en el Mesías: Hay una unidad en el Mesías.

v29: Y si vosotros sois del Mesías, ciertamente linaje de Abraham: El pacto que Di-s hizo con Abraham implicó una promesa de bendición y herencia. La única manera en que podemos llegar a ser parte de esta esperanza es convirtiéndonos en una descendencia de Abraham, y la única manera de llegar a ser una descendencia de Abraham es por medio de la fe en la promesa de Di-s – el Mesías Yeshúa. Nuestra esperanza yace en el hecho de que Di-s, quien nunca miente, ha prometido. No merecemos, ni somos merecedores ni nos ganamos la promesa de Di-s, pero, a través de la misericordia de Di-s, la recibimos en base a nuestra fe en Di-s.

Estudio Bíblico Libro de Gálatas No. 11

v15: Hermanos: Pablo está hablando a las congregaciones (los creyentes) en Asia Menor, en una región conocida como Galacia.

  • Hablo en términos humanos: Pablo quiere darles una ilustración, desde una perspectiva humana, para ayudarles a entender la verdad espiritual.
  • Pacto (testamento) de un hombre: Similar a un testamento (última voluntad y testamento). En nuestra cultura actual, un testamento no se pone en práctica hasta que un hombre ha muerto. Este testamento se lleva a cabo en nombre del difunto; nadie anula su testamento ni le añade nada. Este no era el caso en los días de Pablo, especialmente dentro de la comunidad judía. Un hombre judío esperaba hasta que su hijo menor fuera mayor de edad (cuando se graduara como hombre) y luego ese padre otorgaría toda su riqueza, posesiones y recursos a sus hijos y confiaría en ellos para que administraran todo en su nombre. Una vez que ratificaba o ponía en práctica su testamento, nadie podía anularlo ni añadirle nada. Su testamento no podía ser alterado de ninguna manera.

v16: A Abraham fueron hechas las promesas: Abraham recibió el pacto, y era pertinente tanto para él como para su Simiente (el Mesías prometido).

  • No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: “Estas promesas fueron SÓLO para Abraham y su Descendencia”. La verdad es ésta: si queremos ser parte del pacto con Di-s y de las bendiciones asociadas con este pacto, tenemos que estar conectados con la Descendencia, con el Mesías. Es sólo a través de esta Descendencia que podemos tener una esperanza segura y cierta.
  • Y a tu simiente: Citado de Génesis 13:15, 24:7.
  • ¿Y a tu simiente, la cual es el Mesías ?: No tenemos que adivinar de quién está hablando Pablo cuando se refiere a la Simiente. Nos deja muy claro que esta Simiente se refiere al Mesías.

v17: El pacto que había sido ratificado (puesto en práctica entre Di-s y Abraham 430 años antes) no podía ser alterado ni cambiado de ninguna manera por ninguna ley. La ley de ninguna manera podía cancelar la promesa que Di-s había dado 430 años antes. La promesa vino primero… y luego la ley. La voluntad y el testamento de un hombre es su promesa a sus hijos. Cuando se pone en práctica, no se puede cambiar. La acción para cumplir la voluntad (“la ley”, por así decirlo) solo ocurre después de que se da la promesa inmutable/inalterable.

v18: Porque si la herencia es por la ley: Pablo da una situación hipotética. “Este no es el caso… pero si así fuera…” es lo que Pablo está dando a entender aquí.

  • Ya no es por la promesa: La ley (de Moisés) habla de las expectativas que Di-s tiene para nosotros. Si no cumplimos con la ley, Di-s nos considera como si la hubiéramos quebrantado (Jeremías 31:32). Si fuéramos capaces de cumplir completamente la ley (otra situación hipotética, ya que esto nunca podría suceder) entonces podríamos alcanzar las promesas de Di-s en base a nuestras obras (sería acreditado como un pago de nosotros a Di-s, en lugar de como una promesa de Él para nosotros). Si pudiéramos heredar por la ley, entonces invalidaría la promesa que Di-s le hizo a Abraham.

Nota: La NVI omite la palabra “gracia” en este versículo. Di-s “graciosamente” le dio la promesa a Abraham. El pacto abrahámico se hizo realidad por la gracia de Di-s; por eso depende de una promesa y no de nuestras acciones. Si pudiéramos ganarnos las promesas de Di-s con base en nuestras acciones, entonces las promesas no tendrían que basarse en la gracia.

Estudio Bíblico Libro de Gálatas No. 10

v10: Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición: Aquellos que han tomado sobre sí las obras de la ley, como base de su salvación, están bajo maldición.

  • Pues escrito está: Pablo respalda lo que dice recurriendo a las Escrituras del Antiguo Testamento (en los días de Pablo todavía no tenían el Nuevo Testamento, por lo que el Antiguo Testamento era la única Escritura que tenían en ese momento). Pablo citó aquí Deuteronomio 27:26. Pablo basó todo lo que escribió en la revelación de las Escrituras, no en la razón del hombre.
  • Maldito todo aquel que no permaneciere en TODAS las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas: Aquellos que toman la Torá (los libros de la ley) como instrumento de salvación tienen que hacer TODO lo que está escrito en ella. Si no cumplen la ley a la perfección, entonces están bajo maldición. Es imposible cumplir las leyes a la perfección porque no hay templo. Aquellos que se aferran a la ley para su salvación no pueden hacer expiación por sus pecados de la manera que la ley demanda. Esta falta prueba la insuficiencia de la ley para salvar.

v11: Y que por la ley ninguno se justifica para con Di-s: No hay ningún ejemplo en las Escrituras de que alguna persona fuera hecha justa por la ley.

  • El justo por la fe vivirá: Pablo cita Habacuc 2:4. La fe es lo que nos da la capacidad de vivir la vida que Di-s quiere que vivamos. Vivir esa vida no es lo que nos justifica. Es solo DESPUÉS de haber sido justificados, por medio de la FE en el Mesías, que podemos vivir el tipo de vida que agrada a Di-s (vivir como una nueva creación).

v12: La ley no es de fe: La fe vino antes de la ley (Abraham vino antes de Moisés). El paradigma para nosotros es este: Israel estaba en pecado – ese pecado se manifestó en la familia de Jacob. Di-s reveló Sus planes y propósitos a José, pero cuando los hermanos oyeron este plan, arrojaron a José a un pozo. Querían matarlo, pero en lugar de eso lo vendieron como esclavo. Ellos (los hermanos) eventualmente, ellos mismos, se convirtieron en esclavos. Di-s no les dio la ley cuando estaban en esclavitud para que pudieran comenzar a practicar los mandamientos para ganarse la salida de Egipto. Di-s no le dijo al pueblo que cuando hubieran completado suficientes buenas obras (obedecer ‘X’ número de mandamientos) Él les permitiría salir de Egipto. ¡Absolutamente no! El pueblo estaba en esclavitud del pecado, del Faraón. Tenían que seguir las leyes del Faraón y no tenían la capacidad de seguir las leyes de Di-s (descansar el día de reposo, etc.). Di-s les reveló la manera de salir de su esclavitud: la Pascua, la sangre del cordero sacrificado para salvación (el Mesías es nuestro Cordero Pascual).

Por la fe, el pueblo aplicó esta sangre a los postes de sus puertas (como nosotros aplicamos la sangre del Mesías). Y fueron salvos, no por medio de obras que pudieran hacer, sino por medio de la fe en la sangre del Cordero. En el desierto, el pueblo olvidó lo que Di-s había hecho y por eso se volvieron infieles, deseando volver a la esclavitud y al pecado. Debido a esa infidelidad, Di-s les dio la ley. No les dio esta ley para perfeccionarlos, sino para mostrarles su necesidad del Mesías. La ley mostró al pueblo que eran inadecuados e insuficientes. Les mostró cuán alejados estaban de los estándares de Di-s y que eran incapaces de redimirse. La ley nos muestra que necesitamos ayuda sobrenatural para vivir de una manera que agrade a Di-s. La ley no nos salva, pero manifiesta nuestra necesidad de un Salvador.

  • El que hiciere estas cosas (las obras de la ley) vivirá por ellas: Citado de Levítico 18:5. No hay nada malo en guardar la ley. Quienes guardan la ley no están pecando. De hecho, quienes son salvos (redimidos) cumplen el espíritu de la ley como fruto de la salvación (las buenas obras que hacemos DESPUÉS de la salvación dan testimonio de que somos salvos – Romanos 8:4).

v13: El Mesías nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición: Este es un principio que se basa en la Escritura: Deuteronomio 21:23. Pablo está haciendo referencia a la cruz. El Mesías fue colgado de un árbol cuando fue crucificado. Colgó allí para poder convertirse en maldito por nosotros. A lo largo del Antiguo Testamento, Di-s lidió con el pecado a través de sacrificios sustitutivos. Esto significa que un cordero, un macho cabrío, etc., podían ser sacrificados en el altar en lugar del pecador. Cuando Di-s veía el sacrificio, el pecado de la persona era expiado; en sus vidas era visto como “como si nunca hubiera pecado”; eran justificados (hechos justos) a los ojos de Di-s. El pecador no sufría.

El Cordero que tomó su lugar fue el que sufrió y murió, el que quitó la pena/paga del pecado de encima – la muerte – sobre sí misma. El Mesías no murió en un altar. Fue colocado sobre un árbol. La ofrenda del Mesías no fue una ofrenda normal. El Mesías no sólo pagó por nuestro pecado con Su muerte, sino que también tomó sobre Sí la maldición de la ley al morir de esta manera. El Mesías tomó sobre Sí el castigo de la ley para que pudiéramos encontrar las bendiciones de Di-s puestas sobre nosotros. El sacrificio del macho cabrío era aceptable para quitar el pecado. Pero el sacrificio del macho cabrío nunca podría traer bendición a nuestras vidas. El sacrificio del Mesías no sólo quitó nuestro pecado, sino que también trajo bendición a nuestras vidas. El sacrificio del Mesías fue absolutamente suficiente para redimirnos. No podemos agregar absolutamente NINGÚN valor a Su obra PERFECTA a través de ninguna obra nuestra.

v14: La bendición de Abraham: Esta es una bendición que se refiere a la justificación: ser justo ante Di-s, convertirse en ciudadano de Su Reino y tener comunión con Él.

  • En el Mesías Yeshúa: Sólo recibimos esta bendición/esta relación de pacto (Génesis 12:3) a través del Mesías.
  • A fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu: El Espíritu nos es dado cuando creemos (Efesios 1:13-14). El Espíritu es la garantía de nuestra herencia. Recibimos esta promesa por medio de la fe.

Purim 5785

El Hermano Baruch escribió un nuevo artículo para Purim, Purim 5785, que podrás leer al hacer “click” en el título o en este enlace aquí.

Purim comienza a la puesta del sol este miércoles, 12 de marzo de 2025.

¡Bendiciones para todos!

Estudio Bíblico Libro de Gálatas No. 9

Siempre que examinamos las Escrituras, debemos hacernos una pregunta muy importante: ¿cuál es el tema principal? ¿Cuál es el objetivo del autor en el pasaje de las Escrituras que estamos viendo? En el libro de Gálatas, lo que Pablo está tratando de transmitir es una idea muy simple: nadie es justificado (hecho justo, hecho aceptable a Di-s) por las obras de la ley. Solo podemos entrar en el Reino de Di-s a través de la fe en el Mesías Yeshúa y SU obra (ninguna de nuestras obras cumple con Sus estándares para la salvación). Pablo está abordando el tema de la justificación, no la santificación. Para el tema de la justificación, la ley no tiene absolutamente ninguna relevancia. Para el tema de la santificación (aprender a vivir de una manera piadosa, de una manera que agrade a Di-s), la ley es absolutamente relevante.

v1: ¡Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó (literalmente: engañado) …: Los judaizantes (que creían en un evangelio del Mesías más (+) obras/buenas obras = salvación) habían seguido a Pablo y estaban pervirtiendo o distorsionando el mensaje del evangelio que él estaba predicando – es decir, el mensaje de Pablo era que la obra del Mesías por sí sola era suficiente para la salvación. Pablo presentó un argumento sólido, al principio de Gálatas, de que el evangelio que había recibido y estaba predicando era por revelación divina – no se originó del hombre sino de Di-s. Algunos de los gálatas habían comenzado a aceptar la enseñanza de los judaizantes y estaban comenzando a desviarse del camino. Las personas insensatas saben que algo es verdad, pero eligen no practicarlo y en su lugar hacen algo que está en conflicto con la verdad. Pablo les había enseñado la verdad a los gálatas. Pero ellos estaban eligiendo la mentira (como Eva en el jardín del Edén. Ella conocía la verdad, pero eligió la mentira).

  • Quién os fascinó para no obedecer a la verdad: Te extravió. Te sacó del camino. Te alejó de la verdad.
  • Presentado claramente: Esto se compone de dos palabras en griego: ‘pro’ y ‘ grapho ‘. Estas palabras significan literalmente “escrito de antemano”. El Mesías crucificado fue “escrito de antemano”. Cuando los escritores del Nuevo Testamento escribieron, bajo la inspiración del Espíritu Santo, no escribieron en el vacío. Todo lo que escribieron estaba arraigado en las Escrituras (del Antiguo Testamento). Pablo citó y aludió a una gran cantidad de Escrituras. Esta idea del Mesías siendo crucificado no era nueva. Fue escrita de antemano. Los profetas revelaron que el sufrimiento, la crucifixión y la muerte del Mesías eran necesarios para la redención. Los profetas no hablaron de una redención parcial, es decir, aquello que era insuficiente para redimir, sino que hablaron de la suficiencia de la obra del Mesías para redimir, restaurar y justificar, para traer la justicia de Di-s a nuestras vidas.

v2: Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, O por el oír con fe?: La idea de aprender aquí es un aprendizaje que no se basa solamente en adquirir conocimientos, sino en aprender de manera experiencial. No se trata solamente de escuchar algo y aceptarlo como un hecho. Pablo está hablando aquí de algo que quería aprender a través de la experiencia.

  • ¿Recibisteis el Espíritu?: Pablo pone sobre la mesa dos opciones con respecto a cómo estas personas perciben la entrega del Espíritu Santo a ellos. ¿Se les da el Espíritu Santo a los creyentes a través de sus obras (y si la respuesta es “sí” … ¿cuántas obras tenemos que hacer para ser considerados suficientes para recibir el Espíritu Santo?), o a través de su fe? En Isaías 59:20-21 (como en otros lugares de la Biblia), la entrega del Espíritu Santo se coloca dentro del contexto de la redención.
  • O por el oír con fe: Cuando oímos con fe no significa que lo que oímos nos entre por un oído y nos salga por el otro. El oír con fe implica una acción/una respuesta. Las obras implican una acción. La fe implica una acción. Sin embargo, las acciones que siguen la actitud de “trabajar por la salvación” no significan nada, son como trapos de inmundicia. Las acciones que siguen a la fe tienen un valor eterno.

v3: ¿Tan necios sois?: A Pablo le desconcertaba que se volvieran contra lo que sabían que era verdad.

  • ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?: Estas personas (principalmente no judías) habían experimentado el Espíritu en el pasado, pero ahora estaban actuando en conflicto con el Espíritu y estaban empezando a vivir en la carne y a confiar en su carne. Los gálatas, en general, no habían crecido en hogares creyentes. No conocían la Palabra de Di-s. Oyeron el evangelio del Mesías Yeshúa, fueron salvos, fueron llenos del Espíritu y luego comenzaron a leer lo que decía la Palabra. En lugar de ver las leyes como algo que estaba ahí para ayudarlos en el proceso de santificación, malinterpretaron las leyes y las vieron como un medio para la justificación (salvación). En retrospectiva, estaban tratando de pagar por un regalo que ya habían aceptado de forma gratuita.

v4: Los gálatas habían sufrido mucho. Pablo no quería que su sufrimiento por el Mesías y por causa del evangelio (su sufrimiento había sido por fe) hubiera sido en vano a largo plazo.

  • Si es que realmente fue en vano: Esta frase nos muestra la esperanza de Pablo. Él tenía la esperanza de que estas personas simplemente habían sido cegadas temporalmente y que no habían rechazado totalmente la verdad. Pablo tenía la esperanza de que simplemente estuvieran desviadas y no totalmente perdidas.

v5: Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros: Estas personas no sólo habían recibido el Espíritu Santo, sino que Di-s también había obrado poderosamente en medio de ellos.

Nota: Pablo les hace la pregunta… ¿Recibieron el Espíritu y se hicieron milagros en medio de ellos por sus obras de la ley o por su fe? ¿Merecían (ganaban) lo que Di-s había hecho, o los milagros fueron el resultado de la fidelidad de Di-s y Su deseo de manifestarse a Su pueblo para poder equiparlos y darles poder para que pudieran cumplir Su obra? Di-s actuó en medio de ellos no por algo que ellos habían hecho, sino por el hecho de que habían aceptado, por fe, la verdad de Di-s.

v6: Nota: Pablo respalda lo que les está revelando a los gálatas al basar lo que ha dicho en las Escrituras (del Antiguo Testamento) (específicamente la Torá, los libros de la ley, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento). Estos individuos querían que la Torá (la ley/obras) fuera el instrumento para completar su salvación. Al citar la Torá en defensa contra su pensamiento, Pablo les estaba revelando que en realidad no conocían en absoluto el corazón de la Torá.

  • Tal como está escrito en la Torá. Pablo no estaba yendo en contra de la ley. Les estaba diciendo la verdad que se enseñaba en la ley, la cual estaba siendo torcida para satisfacer los deseos de los hombres (un deseo de involucrarse en su propia salvación, de hacer sus propios planes para garantizar su salvación).
  • Así Abraham creyó a Di-s: Citado de Génesis 15:6. Abraham, el primer hijo (el primer converso, por así decirlo) de Di-s por medio de la fe, estableció el paradigma para nuestra fe. Era un gentil, que había crecido (según la tradición) en una familia idólatra. Cuando Di-s se reveló a Abraham y Abraham respondió a Di-s, por medio de la fe, Di-s cambió la identidad de Abraham, y él se convirtió en el padre de la nación judía. Fue la fe de Abraham la que le fue contada como justicia, no sus obras.

v7: Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham: El término ‘Israel’ en el Nuevo Testamento se refiere predominantemente a aquellos que son personas de fe, judíos y gentiles por igual. Los judíos no entran automáticamente al Reino de Di-s en función de su herencia. Es por eso por lo que Pablo nos advierte en Romanos 9:6-9 que no todo Israel (no todos los judíos) son del verdadero Israel de Di-s. Solo aquellos que creen por fe son considerados, a los ojos de Di-s, hijos (herederos) de Abraham. Solo a través de la fe vamos a heredar (los hijos heredan) las promesas del pacto que Di-s le dio a Abraham (es decir, bendición, más específicamente esta bendición tiene que ver con el Mesías – Romanos 8:32. Es solo cuando estamos EN el Mesías que vamos a ser completamente bendecidos, tener intimidad con Di-s).

v8: Previendo: Ver antes. Esta capacidad de “ver antes” tiene que ver con la cualidad sobrenatural de la Palabra de Di-s.

  • Di-s había de justificar por la fe a los gentiles: En ese tiempo, numerosos gentiles estaban llegando a la fe. Los judaizantes estaban viendo esto y decían que esto era un problema. Los judaizantes querían que estos gentiles primero tomaran sobre sí el yugo de la Torá (la ley), es decir, en efecto, se convirtieran en judíos. Luego, los judaizantes querían que comenzaran a practicar la ley, no solo la ley bíblica, sino también las leyes establecidas por los sabios/ancianos. Pablo está diciendo que lo que estos judaizantes querían que los gentiles hicieran no era bíblico. La Escritura reveló, de antemano, que los gentiles iban a ser hechos justos (bendecidos) por medio de la fe, no por las obras (Génesis 12:3, 18:18, 22:18, etc.).
  • La buena nueva: Buenas nuevas. El evangelio, la buena nueva del Mesías –la simiente de Abraham– le fue predicado a Abraham. Abraham (un paradigma/modelo para los gentiles) recibió esta revelación cuando era, en efecto, un gentil. Abraham creyó lo que Di-s había dicho, y le fue contado como justicia –por medio de la fe de Abraham, y no por sus obras (Génesis 15:6, Romanos 4:1-5).
  • Abraham: El hombre asociado con la fe.

Nota: El hecho de que los gentiles llegaran a la fe no era algo problemático ni que estuviera en conflicto con la revelación de las Escrituras. De hecho, esto era exactamente lo que la Torá había dicho que sucedería: que, a través de la fe en el mensaje del evangelio, y no a través de las obras de la Torá, las personas serían justificadas, declaradas justas y aceptables ante Di-s.

v9: De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham: Literalmente: Abraham, el hombre de fe. Abraham creyó en las promesas del pacto de Di-s –la Palabra de Di-s– antes de que se cumpliera una sola promesa. La mayor promesa que Abraham recibió de Di-s fue que el Mesías (la Simiente) vendría de él.