Terminemos el capítulo 1.
Eclesiastes 1:12-18
v12: Este versículo es muy similar a lo que leemos en Eclesiastes 1:1.
v13: Buscar: En hebreo moderno esta es una palabra que se relaciona con ser un turista, o alguien que investiga algo nuevo.
- Debajo del cielo: También vemos un cambio o transición en el uso de Salomón de esta frase. Este cambio de palabra (de ‘sol’ a ‘cielo’) es muy significativo. ‘debajo el cielo’ es una frase que lleva consigo una perspectiva que es parcialmente de naturaleza religiosa o espiritual.
- Penoso trabajo: Materia maligna. Algo que no es agradable. Si tenemos la impresión de que Di-s quiere que entendamos todas las cosas que se hacen en este mundo, nos estamos perdiendo de Su voluntad. Nuestra búsqueda no debe ser un conocimiento de este mundo, sino un conocimiento del Creador de este mundo. Cuando buscamos cosas que están fuera de Su voluntad (dirigiendo nuestros corazones a conocer este mundo en lugar de conocer a Di-s), cualquier cosa que hagamos se vuelve penosa, una aflicción o una tortura interna, desde una perspectiva espiritual. Cuando Di-s no es parte de la “ecuación” (cuando lo dejamos fuera) nuestras vidas serán muy onerosas para nosotros.
v14: Debajo el sol: Se supone que no debemos entender este mundo, esa no es nuestra búsqueda. Se supone que debemos entender y buscar el conocimiento de Di-s. Solo cuando conocemos a Di-s, podremos ver este mundo desde Su perspectiva. Sólo entonces tendrá relevancia o propósito.
- Aferrarse al viento (traducciones modernas): Perseguir el viento es inútil. No puede escucharnos, respondernos o sostenernos. No tiene sustancia. NOTA: Las traducciones basadas en el Textus Receptus, como la KJV y la Reina-Valera, usan “aflicción de espíritu”).
v15: Torcido: Doblado o distorsionado.
- No se puede enderezar: Es como una cicatriz. Puede curar, pero siempre habrá evidencia de que algo salió mal. Una vez que algo se ha roto o distorsionado, no se puede volver a colocar exactamente como estaba. Algunas personas creen erróneamente que sus fracasos son parte de la voluntad de Di-s para sus vidas. Creen que Di-s, como un titiritero, orquesta lo bueno y lo malo en sus vidas y tienen poco o nada que decir al respecto. Su excusa es que debido a que Di-s es Soberano, Él puede convertir todo lo malo en bueno, pero el problema es que el Reino de Di-s no es promovido por personas desobedientes. Su voluntad se manifiesta mejor a través de la obediencia. La desobediencia no significa que todo está perdido (Romanos 8:28), pero con la desobediencia vienen cicatrices, dolor y sufrimiento innecesarios.
- Lo incompleto no puede contarse: el hombre nunca puede saber exactamente cómo hacer que lo roto o lo incompleto vuelva a estar completo.
v16: Hablé yo en mi corazón: Hablé a mis pensamientos. Me dije a mí mismo.
- Jerusalén: La mayoría de los eruditos rabínicos ven a Jerusalén como un asiento de sabiduría y conocimiento porque Di-s está allí. Salomón, aquí, afirma que de todos los sabios que han estado en Jerusalén, ninguno ha superado su sabiduría. En lo que se refiere a la sabiduría comprensiva, él es el principal.
v17: Dediqué mi corazón: Salomón persiguió de todo corazón la sabiduría y el conocimiento desde un punto de vista intelectual.
- Locura y desvaríos: Aunque no hay nada de malo en la educación, cuando ponemos nuestro corazón en volvernos inteligentes (listos, llenos de conocimiento) pero rechazamos a Di-s, entonces todo nuestro conocimiento será en vano. Tiene que haber un equilibrio. Mientras buscamos conocer a Di-s, también podemos estudiar Su Creación. La única forma de entender correctamente la Creación es conociendo a Di-s. Cuando dejamos a Di-s fuera de nuestra educación (nuestra búsqueda de conocimiento y comprensión) nos lleva a la locura y la insensatez.
- Aferrarse al viento (en versiones modernas como LBLA pero Aflicción de espíritu en las versiones KJV y Reina-Valera): Tratar de comprender el viento es un ejercicio inútil, ya que nunca podremos descifrarlo por completo (Juan 3: 8).
v18: Molestia: En el original esto se traduce mejor como “aflicción” o “ira”. El conocimiento intelectual conduce a la frustración. Salomón entendía las cosas mejor que nadie y el mundo lo enojaba porque no funcionaba como él pensaba que debía hacerlo. La sabiduría, fuera de comprender a Di-s, sus propósitos y Sus planes, nos convierte en personas iracundas.
- Quien añade ciencia, añade dolor: Por ejemplo: si supiéramos que íbamos a morir dentro de unos 3 años viviríamos con un temor constante. No saber la fecha de nuestra muerte nos aleja del dolor constante. El conocimiento y la sabiduría no son la solución. Podemos saberlo todo, tener sabiduría perfecta, pero si dejamos a Di-s fuera, es decir, no tenemos una perspectiva del Reino, al final estaremos enojados y amargados y experimentaremos dolor interior en lugar del gozo y la satisfacción que Di-s quiere que obtengamos al tener conocimiento del Reino.