Pasamos a Hebreos 1:7-14
v7: Esta cita viene del Salmos 104:4. Di-s hizo a Sus ángeles para ser seres espirituales. Sus naturalezas manifiestan la gloria de Di-s: llamas de fuego. Los ángeles son criaturas celestiales, pero no son divinas.
v8: Más: “Más” es una palabra de contraste. El escritor está contrastando a Yeshúa y los ángeles. Los ángeles reflejan la gloria de Di-s. Yeshúa, el único Hijo divino de Di-s, no refleja la gloria de Di-s. Él la emite. Él es la gloria de Di-s.
- Tu trono, oh Di-s, por el siglo del siglo. Cetro de equidad es el cetro de Tu Reino: Esta es una cita tomada del Salmos 45:6. Al llamar al Hijo ‘Di-s’ se establece claramente la divinidad del Mesías.
- Trono: Esto se enfatiza aquí. Un trono pertenece a un Rey. Cuando pensamos en el término Mesías (Ungido, Cristo) necesitamos asociarlo también con ‘Rey’. Los reyes son ungidos para gobernar. Isaías 9:6-7 habla de este Hijo, este niño que nacería, cuyo justo y recto reinado no tendrá fin. Su Reino reflejará la misma naturaleza, calidad y esencia de Di-s. El autor de Hebreos no solo enfatiza que Su Reino es eterno, sino que también enfatiza la naturaleza de este Reino. El Mesías gobernará en ella con rectitud.
- Cetro: Su bastón, vara, cetro muestra la autoridad de Su reino.
v9: Esta cita se encuentra en el Salmos 45:7. Di-s el Padre está hablando de Su Hijo. Al igual que Di-s, el Mesías no solo ama la justicia, sino que también odia el pecado. La naturaleza de Di-s es amar la justicia y odiar la injusticia.
- Maldad: La palabra traducida anarquía o ‘maldad’ es ἀνομίαν. Esta es la palabra para Ley (o Torá) en griego y está precedida por un alfa (a). El alfa niega la palabra que le sigue, es decir, haciendo que signifique ‘contra la ley’. El Mesías Yeshúa odia lo que es contra la ley.
Nota: No somos salvos ni hechos justos por la Ley, pero la Ley establece para nosotros una definición de justicia. Cuando hacemos la Ley, estamos haciendo justicia.
Santiago 1:17 nos dice que todo don bueno y perfecto desciende del cielo. Moisés subió al monte Sinaí y Di-s descendió de los cielos y le presentó a Moisés la Ley / los Mandamientos (Éxodo 19 y 20). Romanos 7:16 nos dice que la Ley es buena. Es espiritual. El problema es que somos gente carnal. Ahora, como nueva creación, salvada por gracia y no por obras, el Espíritu Santo entra en nosotros, sellando nuestra salvación. Como recipientes del Espíritu Santo, siendo vivificados espiritualmente, la Torá puede tener relevancia en nuestras vidas.
- Te ungió… con óleo de alegría: El Mesías (El Ungido) ha sido ungido con regocijo o alegría. Las Escrituras del Antiguo Testamento se están utilizando para enseñarnos que, si queremos ser ungidos con alegría, debemos vivir con rectitud. Cuando no vivimos en rectitud, es decir, estamos andando y comportándonos de una manera que está en contra de la Ley de Di-s, no experimentaremos gozo. Cuando violamos la verdad, hay consecuencias terrenales y espirituales; p. ej., si robamos podemos ir a la cárcel, etc. Los creyentes, habiendo aceptado la gracia de Di-s, tienen todos sus pecados (pasados, presentes y futuros) pagados con la sangre de Yeshúa. Cuando violamos la Ley (o pecamos) no perdemos nuestra salvación (Hebreos 9:12), pero nuestra relación con Di-s se ve afectada si no nos arrepentimos.
- Más que a tus compañeros: Por encima de los seres angélicos.
v10: Citado del Salmos 102:25.
v11: Citado del Salmos 102:26. Los cielos y la tierra van a morir (Lucas 21:33). Todo lo que podemos ver, tocar y sentir es temporal, pero el Mesías es eterno. Todos los que están en pacto eterno con Él, por medio del Evangelio, también van a permanecer para siempre y no van a acabarse.
v12: Citado del Salmos 102:26-27. Cuando la ropa está vieja y desgastada, se usa como trapo y, finalmente, se tira. Las ropas viejas son reemplazadas por otras nuevas. Nuestra ropa sucumbe a los efectos del tiempo, pero el Mesías no. Él sigue siendo el mismo para siempre.
v13: Citado del Salmos 110:1. El Mesías va a gobernar. Él está, ahora mismo, sentado a la diestra del Padre (Hebreos 1:3) y está haciendo intercesión por nosotros (Romanos 8:34). Él está intercediendo…
1. NO para nuestra justificación: quitando la culpa y el castigo del pecado, declarando justo al pecador arrepentido, a través de la fe, en la sangre expiatoria del Mesías.
2. NO para mantener nuestra salvación, nuestra liberación o redención, salvados de la muerte y separación de Di-s.
3. Pero por nuestra santificación. Para hacernos santos, para purificarnos o liberarnos del pecado.
Cuando el Mesías dijo, en la cruz, “Consumado es” (Juan 19:30) Su obra para justificar y salvar al hombre se completó perfectamente. Es solo después de aceptar al Mesías (Romanos 10:9-10) que recibimos la justificación. Nuestro pecado no destruye la relación del pacto. La promesa del Nuevo Pacto es que Él no recordará más nuestros pecados – Jeremías 31:31-34. Tenemos la salvación eterna, la redención eterna, la vida eterna. Estos están completos y no pueden ser alterados o cambiados. No hay necesidad de que el Mesías interceda, en nuestro nombre, con respecto a estos. Sin embargo, sigue existiendo la necesidad de que seamos santificados. El Mesías intercede por nosotros para que podamos caminar en rectitud y llevar a cabo la voluntad y el propósito de Di-s en nuestras vidas.
v14: A lo largo de este primer capítulo, el autor revela que el Mesías es superior a los ángeles. El Mesías vino al mundo con un propósito: comprar la redención para nosotros. Los ángeles también han sido enviados al mundo con un propósito. La intercesión del Mesías empodera a los ángeles, e instruye a los ángeles, para que puedan ministrarnos. Nuestro propósito es caminar en rectitud y cumplir la voluntad de Di-s. Los ángeles nos ministran para que podamos ser siervos de Di-s, hasta el momento en que heredemos el resultado de nuestra salvación (es decir, entremos en el Reino).